La Península del Cabo es un lugar casi místico en la zona meridional de África. Denominado en el siglo XV por Bartolomé Días como Cabo de las Tormentas, era un enclave temido por los marineros, por su fuerte oleaje y ventosidad, que tantos naufragios causaron. Vasco de Gama años más tarde comprobó que si se conseguía continuar al este, podía abrirse una ruta hacia las Indias, y el Rey Juan II de Portugal lo rebautizó como Cabo de Buena Esperanza. ¿Te vienes de ruta por la Península del Cabo? ¡Hay mucho que ver en un día!
Qué ver en la Península del Cabo en un día
Como adelantaba, la Península del Cabo es un sitio especial y cargado de historia. Situado a menos de una hora del centro de Ciudad del Cabo, es una excursión perfecta de un día. Te aconsejo hacerla por libre con tu coche de alquiler, pero si no tienes pensado conducir, este tour es fantástico y muy completo.
Te dejo aquí los mejores lugares para una ruta por la Península del Cabo en un día:
Camps Bay Beach
La playa más bonita de Ciudad del Cabo es la de Camps Bay, considerada una de las mejores de Sudáfrica. Junto a ella se encuentra una de las zonas residenciales más lujosas de la ciudad y no me extraña, amanecer con esas vistas es una pasada. Es un área muy animada, repleta de restaurantes y tiendas.
Desde la propia playa puedes divisar uno de los elementos más curioso que ver en la Península del Cabo: los llamados Doce Apóstoles, una formación rocosa muy curiosa prolongación de Table’s Mountain.

Muy cerca podemos encontrar unas piscinas naturales bañadas con agua de mar, las Tidal Pools (porque se llenan con la marea).
Duiker Island – La isla de las focas
Un poco más al sur, en la bahía Hout Bay, encontrarás el sitio más particular de esta ruta por la Península del Cabo: ¡Una isla plagada de focas!
Duiker Island es un pequeño islote donde habita una gran colonia de focas. Para conocerlas de cerca tendrás que tomar uno de los barquitos que zarpan constantemente del puerto y cuya travesía dura 45 minutos (cuestan 100 rands). Es increíble, uno se detiene y piensa cómo puede ser que les haya dado por asentarse justo ahí, en un peñasco en el mar a pocos metros de tierra firme.
Dicen que aunque seal (como las llaman) literalmente sea foca en español, más bien se tratan de leones marinos o lobos sudafricanos. La diferencia se encuentra en las orejillas que tienen estos últimos.

Chapman’s Peak Drive
La Chapman’s Peak Drive, que transcurre junto al mar, está considerada una de las carreteras costeras más escénicas del mundo. Me recordó un poco a la Big Sur de California.
El camino, que por cierto es de peaje pero merece la pena, cuenta con numerosas paradas y miradores para disfrutar de la montaña, el mar y la bahía desde todos los puntos de vista posibles. En su web podéis tarifa (unos 50 ZAR por coche) y estado (a veces cierra cuando hace mal tiempo).
Chapman’s Peak es el nombre de la montaña que se divisa entre Hout Bay y Noordhoek.

A lo largo del camino se pasa por algunas playas muy bonitas, en las que a pesar de estar prohibido al baño por las fuertes corrientes, es agradable detenerse a dar un paseo. Destacan Noordhoek Beach y Kommetjie Beach (kilométricas, de arena blanca), Witsand (para en su mirador o paseála) y Scarborough Beach (con formaciones rocosas).
Parque Nacional de Cabo de Buena Esperanza
En nuestro caso preferimos llegar al punto más al sur de nuestra visita y luego ir deshaciendo el camino con varias paradas, así que nos desplazamos hasta el Cabo de Buena Esperanza, el lugar más importante que ver en la Península del Cabo. Patrimonio protegido por la UNESCO. Esta parada es increíble.
Para acceder al entorno hay que abonar una entrada, pero está incluida en la Wild Card, que seguramente te la habrás sacado si por ejemplo vas a visitar el Kruger. Así que si la enseñas, es gratis.
Dentro encontramos una variedad asombrosa de fauna y flora, y unos paisajes de escándalo. Nosotros vimos avestruces y también dicen que hay muchísimos babuinos (pero no los encontramos).
Las dos localizaciones clave del parque son: Cape Point, a cuyo faro puedes subir y bajar en funicular por 85 rands (por cierto, apodado Holandés Errante), las vistas a Diaz Beach los acantilados dan vértigo hasta al más valiente, y propiamente el Cape of Good Hope, donde se encuentra el cartel con su posición, el punto más al sur de la ruta por el Cabo de Buena Esperanza (pero no de África, ese es el cercano Cabo de las Agujas).

El Faro de Buena Esperanza original estuvo en activo hasta principios del siglo XX y se encuentra a 262 metros sobre el nivel del mar, así que imagina las panorámicas. Su posición incitaba a confusión entre los barcos y muchos se acercaban demasiado a las rocas, por ello fue relevado por otro a menor altura, que servía mejor de indicación. Las vistas a False Bay son brutales.
Si viajas entre junio y noviembre, con un poco de suerte puedes divisar ballenas australes.
Leyenda del Holandés Errante

La leyenda del Holandés Errante es una de las más escalofriantes que escucharás sobre el Cabo de Sudáfrica. Dicen que un capitán holandés firmó un pacto con el diablo por el que podía atravesar sin peligros este área tan temida, a pesar de las inclemencias del tiempo. La letra pequeña indicaba que sí, que lo haría, pero que nunca serían capaces de tocar tierra. Por lo que este galeón y su tripulación fantasma estaban destinados a vagar por el mar hasta el fin de los días sin poderse aproximar a tierra firme. Dicen que son muchos los navegantes que lo han divisado desde la borda tratando de cruzar el Cabo.
Colonia de pingüinos de Boulders Beach
Justo antes de llegar al pueblito de Simon’s Town encontramos una playa llamada Boulders que se ha convertido en el sitio predilecto de vacaciones de una gran familia de pingüinos sudafricanos (de esos pequeñitos y adorables). También les dicen pingüinos jackass (jackass es burro y dicen que el graznido de estas aves recuerda a un rebuzno).
La mayor parte del tiempo se la pasan en sus madrigueras de tierra firme descansando, pero por supuesto nunca le dicen que no a un buen bañito y a unos rayos de sol. Recomiendo no ir demasiado tarde, porque al acercarse el atardecer se retiran a dormir, en serio.

La entrada es de pago porque igualmente se considera un espacio protegido, pero también puedes entrar gratis con la Wild Card.
Simon’s Town
Muy cerca de Boulders Beach se halla el centro de la localidad marinera de Simon’s Town, cuya arquitectura imperante es victoriana. Es de paso obligado, así que detente a observar sus edificaciones aunque sea un momento en esta ruta por la Península del Cabo.

Kalky’s Fish & Chips
Una recomendación imprescindible en mi ruta por la Península del Cabo es el restaurante Kalky’s, situado en Kalk Bay. Este fish & chips se sitúa en una barraca en pleno puerto, por lo que el pescado va del mar a la freidora. Es muy económico y un sitio súper auténtico, de esos repletos de locales, sencillos pero con mucho encanto. El sitio top para comer en el Cabo.

Muizenberg Beach
La playa de las casetillas de colores de madera tan típica de los fondos de pantalla del ordenador es Muizenberg Beach. La estampa es de película, además la arena es totalmente blanca, es muy extensa y las vistas al cabo son muy chulas. Con razón es un lugar amado por los surferos.

Creo que esta ruta de un día por el Cabo es completísima, pero si te ha quedado algo de tiempo, puedes acercarte a conocer los vinos de Constantia, una de las zonas vinícolas más importantes de Sudáfrica, muy cerquita.