Al norte de Rumanía, en la frontera con Ucrania, existe un camposanto naïf rebosante de color, pero también de humor negro. Se trata del Cementerio Alegre de Sapanta (Cimiterul Vesel), en Maramures, un lugar en el que reírse de la muerte y uno de los cementerios más bonitos del mundo.
Si estás organizando un viaje a Rumanía no te pierdas este post.
En Sapanta la muerte no es un «desenlace fatal» sino un punto de partida a una vida mejor.
Las satíricas lápidas de este uniforme cementerio alegre tienen una cruz de madera de roble de color azul eléctrico (que simboliza el cielo al que van las personas y que se conoce como azul de Sapanta) y en ellas están pintadas escenas multicolor representativas de la vida o muerte del fallecido, acompañadas de originales rimas versificadas en rumano acerca de las mismas, junto con su nombre.

Como bien explican en el cementerio, algunos epitafios tienen carácter moralizador, ya que elogian o deploran personas o existencias, virtudes o vicios, heroicidades y cobardías.
Un ejemplo:
«Debajo de esta pesada cruz
descansa mi pobre suegra.
Si hubiera vivido tres días más
yo estaría aquí y ella leyéndola.»
Sapanta y su Cementerio Alegre
Sapanta es una población de apenas 3.500 habitantes, muy creyente (son ortodoxos) que acude cada domingo a misa vistiendo el traje regional, olvidando la disputas del día anterior. Aferrado a sus tradiciones, este pueblo de los Cárpatos se desarrolla en torno a la madera de sus bosques. La madera además es para Sapanta símbolo de perennidad y por ello está presente por doquier.
La región de Maramures es precisamente famosa por sus iglesias de madera, patrimonio de la UNESCO, y es la más rural y tradicional de Rumanía, por lo que resulta sorprendente para el visitante tanto ingenio y capacidad para desdramatizar la muerte, algo que nosotros no tenemos en absoluto.

Se cree que esta forma de enfrentarse a la muerte está ligada a la cultura de la antigua Dacia, que hoy ocupa lo que conocemos como Europa del Este. Para los dacios el alma era inmortal y por tanto, fenecer no era más que un motivo de alegría por pasar a la vida eterna. Lo característico de Sapanta no es ya el mostrar alegría ante la muerte sino sobre todo dar más protagonismo a la vida. Como decían los romanos para anunciar un fallecimiento: VIXIT (vivió), en lugar de «ha muerto». Del mismo modo Sapanta desafía a la muerte y elogia a la vida.
El campesino rumano no teme a la muerte, sino que la acepta sin complejos como un destino inexorable.
El precursor de este cementerio alegre fue el escultor, poeta y pintor de Sapanta, Stan Ioan Pătraş, que diseñó la primera de las lápidas en 1935. En pocos años ya había tallado cerca de 800 (incluida la suya propia). Su idea provino de las tradiciones funerarias del pueblo, en las que amigos y familiares se reunían para recordar anécdotas divertidas de la persona que había sido enterrada. Él plasmó esa costumbre en sus cruces, con picardía: si la muerte era imprevista, esta imagen era la protagonista. Si la muerte era «ley de vida», se representaban escenas significativas de la vida de la persona, como su profesión, gustos… con referencias satíricas a las mismas.

El epitafio de Stan Ion Pătraş viene a decir algo así:
Por Stan Ion Pătraş se me conocía
desde que tenía tan solo un día.
Ahora te pido que me escuches atentamente,
no tengas miedo, hablo verdaderamente.Toda mi vida lo hice lo mejor que pude,
así que aquí ahora descanso, eso no lo dudes.
Siempre que pude hice el bien,
o al menos lo intenté, eso también.Pero en mi vida aún hubo dolor
malos días pasé, mundo sin color.
Tras la muerte de Pătraş, que está enterrado cómo no en el cementerio de Sapanta, ha sido uno de sus discípulos el que ha proseguido con la tradición, Tincu.
En el centro del cementerio alegre hay una pequeña iglesia (biserica) que vela por todos sus habitantes.

Lo suyo es ir con un guía o traducir con el móvil algunas de las rimas, porque merecen la pena. Daba igual que te atropellasen o que el alcohol te dejase el hígado hecho mistos, en Sapanta le sacan a todo un lado cómico. Creo que el simple hecho de que exista un camposanto capaz de arrancarte una carcajada es motivo suficiente para que el Cementerio Alegre de Sapanta sea una de las visitas imprescindibles en Rumanía.
Otra visita esencial en el Norte de Rumanía son los monasterios de Bucovina.

Horario del Cementerio Alegre de Sapanta: de 10 a 18 horas.
Alojamiento cerca: yo me quedé en la capital de Maramures, Baia Mare (puedes mirar hoteles aquí).
4 Comentarios
Me ha parecido súper curioso. Desde luego, una visita imprescindible en Rumanía.
Es un lugar que no se olvida.
¡Por favor, qué lugar tanaaaan original e interesante!
Es curioso como se ve la muerte desde las diferentes creencias, sobre todo cuando ello da como resultado lugares así. Me lo apunto porque el año que viene me apetece mucho quedarme por Europa y descubrir rincones así, además de naturaleza.
Un saludo,
Irene
Hola Irene!!
Si te estás planteando ir a Rumanía mi consejo es….CORRE antes de que se masifique. Es un país espectacular, genial para recorrerlo disfrutando de los pequeños pueblos y aldeas. Precioso, especialmente el norte, con maravillas desconocidas como este cementerio tan diferente.
Muchas gracias por pasarte por aquí.