Cuando hice la ruta por los Cotswolds pude apreciar muchos de los pueblos más bonitos de Inglaterra. Sin embargo, se me quedó uno atrás; casi en la costa, al sur de Londres, se esconde Rye, una joya labrada en ladrillo y madera que no sé si quiero que sea descubierta. Venga va, os cuento qué ver en Rye.

Rye es una localidad del condado de East Sussex de apenas nueve mil habitantes y unas pocas calles, pero esto no lo digo con desprecio, todo lo contrario, no sé cómo cabe tanto encanto en tan poco espacio. Se encuentra en la confluencia de tres ríos y a poco menos de tres kilómetros del mar, de ahí que sea común oír el graznido de las gaviotas.

De entre sus maravillosas calzadas, hay una que destaca por encima de las demás. Hablo de Mermaid Street, una calle empedrada de pequeñas casitas desde la que es mágico ver atardecer. En ella se encuentra la posada de mismo nombre, que fue refugio de contrabandistas allá por el 1600.

Las casas medievales que ver en Rye conjugan a la perfección con sus hermanas menores, del siglo XVII. Pero no las busques mucho más jóvenes, parece que ahí se les paró el tiempo.

Hablando del tiempo, en la iglesia católica de St Mary’s se encuentra el reloj en funcionamiento más antiguo de Inglaterra, de 1561. Al templo y sus contrafuertes le rodean un conjunto de lápidas salpicadas (paradójicamente) entrañables.

Si puedes, cógete una bici y haz una ruta por el pantano de Rommey; si no, tendrás que conformarte con las nada desdeñables vistas desde la Torre Ypres y sus cañones, que fuese construida como fortaleza en 1250.

Sus calles más comerciales son Market Road y High Street, pero no esperes encontrar marcas internacionales, allí se gastan anticuarios, golosinas típicas de Rye y alguna que otra pequeña y curiosa tiendecita.

Seguir caminando es darse de bruces con una estampa constante de casas entramadas que hacen las delicias de cualquier esteta aficionado al estilo Tudor.

Para tomar una pinta o detenerse a comer algo, existen opciones como el Cinque Ports, el Borough Arms o el Ypres Castle Pub; pero si tuviese que elegir, me quedaría sin lugar a dudas con la Fletcher’s House.

John Fletcher fue un prestigioso dramaturgo inglés del siglo XVI que nació en esa misma casa, reconvertida en la actualidad en salón de té al más puro estilo British. El sitio es extraordinario, de los que calan. Tomar una crema de verduras con sus deliciosos scons o su famoso sándwich de cangrejo acompañado de un té bien calentito al fuego de su chimenea, sinceramente no tiene precio.

Por cierto, en Rye también se come mucho cordero; no en vano podemos encontrar la Lamb House (la casa del Cordero), una antigua residencia en la que habitó en su día el escritor Henry James y en la que ambientó algunas de sus obras.

Por último, no deberías perderte el Needles Passage, un pequeño pasadizo tan estrecho que casi no cabe ni una aguja. Uno de los lugares más curiosos que ver en Rye, se ubica entre el número 35 y el 37 de la calle The Mint.

Y este es mi secreto: qué ver en Rye, un tesoro escondido a tan solo un par de horas de Londres.

6 Comentarios
¡Qué sitio más chulo! ¡Me lo anoto!
Un rinconcito con muchíiiiisimo encanto.
Hermoso
Es una preciosidad, tiene muchísimo encanto este pueblito inglés, típico típico.
Hola!! Dónde está el Needles passage? Porque no lo encuentro en Google maps con ese nombre. Y también me gustaría saber el nombre de la tienda de golosina que pusieron la foto, se ve muy hermosa! GRACIASSS
Hola! Está entre el número 35 y el 37 de la calle The Mint. ;D