Creo que puedo afirmar sin temor a equivocarme que esta ciudad escocesa es una de las más bonitas de toda Europa. Su ambiente medieval muy distinguido, su espíritu celta y sus impresionantes monumentos son algunas de las cosas que te atraparán de ella. ¿Quieres saber qué ver en Edimburgo? Te dejo mi guía con los imprescindibles que hacer después de haberla visitado dos veces.
Aprovecho para dejaros información sobre la Sanidad en Reino Unido después del Brexit (cómo nos afecta a nosotros como viajeros) y como siempre, os recomiendo que viajéis con seguro. Las normas han cambiado y ahora más que nunca es importante ir asegurado con una buena póliza con coberturas extensas. En mi última escapada yo reservé la póliza Cap Trip con Chapka (si reservas desde este enlace tienes un 7% de descuento).
Los rincones más mágicos que visitar en Edimburgo (incluido un puñado de planes originales)
Con esta guía podrás conocer un poco de los monumentos principales que ver en Edimburgo y además encontrarás algunas ideas muy chulas para hacer. Pero si en un lugar recomiendo hacer un free tour para conocer curiosidades es Edinburgh, una villa llena de sorpresas. Puedes reservar el tour gratuito clásico en español aquí pero más abajo te contaré sobre otro muy especial.
En mi última visita a Edimburgo me alojé en un apartamento PRECIOSO dentro de un edificio histórico. Me enamoró al completo y estaba justo en uno de los closes de la Royal Mile. Echa un ojo aquí porque vas a flipar.
En la ciudad hay varios tipos de tarjetas para hacer visitas turísticas que puedes sacarte y así ahorrar un poco de dinero en los distintos monumentos de Edimburgo. Una de las más típicas es la City Pass, pero yo preferí sacarme el Royal Ticket porque es la única que incluye Castillo de Edimburgo y Palacio de Holyrood (además de tres líneas de autobuses turísticos de uso ilimitado y la entrada al Yatch Britania).
La Royal Mile, la calle principal de Edimburgo que no te cansarás de recorrer
Recorre tantas veces como puedas la Royal Mile, la calle principal del casco viejo, el absoluto imprescindible de esta ciudad.
El nombre de la columna vertebral de la villa proviene de su longitud, 1,8 kilómetros, o lo que es lo mismo, una milla escocesa; además, une el Castillo de Edimburgo con el Palacio de Holyrood y era usada por el Rey para caminar de uno a otro, por lo cual: a royal mile. La milla real. Es el eje de la Old Town y está llena de pubs, tiendas con encanto, músicos callejeros, monumentos y mucho ambiente.
Uno de los rasgos más característicos de la Royal Mile son los closes, pequeños callejones cubiertos que conectan calles y edificios y que están llenos de misterio (más abajo os cuento una ruta con la que podéis conocer estas historias). El más famoso es el Mary King’s Close (subterráneo).
El Castillo de Edimburgo, el monumento más importante – tienes que ir –
Visita el Castillo de Edimburgo, el monumento que no puede faltar.
Uno de los motivos principales para viajar a Escocia es conocer sus espectaculares castillos. El de Edimburgo es uno de los más importantes que ver. Está situado sobre una colina en la parte antigua rodeado por acantilados. Para acceder, hay que utilizar la empinada Castlehill, continuación de la Royal Mile.
Es enorme, y en agosto sirve de escenario para las actuaciones del festival Royal Military Tattoo (una pasada).
Con el Royal Ticket tienes incluida la visita al castillo sin colas, y créeme que en temporada alta lo vas a agradecer porque es increíble la cantidad de gente que hay.
Algunas de las atracciones principales que ver en el Castillo de Edimburgo son: el cañonazo de las 13:00 horas (todos los días), la capilla de Santa Margarita, la Piedra de la Coronación, las Joyas de la Corona, el Mons Meg (una bombarda del siglo XV), el Museo Nacional de la Guerra o las antiguas prisiones.
Siéntete como la reina de Inglaterra en el Holyrood Palace
Adéntrate en el Palacio Holyrood, situado al final de la Royal Mile.
Es uno de los lugares imprescindibles que ver en Edimburgo. Para llegar al Palacio de Holyrood solo tienes que recorrer la milla real desde el Castillo de Edimburgo.
Este residencia data del siglo XII y es donde se aloja la Reina de Inglaterra cuando pasa por Escocia. Si te gusta visitar palacios amueblados, este es genial, de estilo barroco, con los apartamentos de María Estuardo (TOP), la Great Gallery y la capilla. El rincón que más me sorprendió es una mancha de sangre en el suelo… ya te enterarás de cómo llegó hasta allí.
Sin embargo, el rincón más fotogénico es la antigua Abadía Agustina de Holyrood, hoy en ruinas, en la que se coronaron muchos reyes escoceses. Te aconsejo que lleves comprado el ticket de antemano para evitar colas o que como yo te saques el Royal Ticket (por cierto, si no quieres volver a subir la Royal Mile andando puedes usar los autobuses turísticos que tiene incluido).
Mientras que el Castillo de Edimburgo es mucho más militar y defensivo, el Palacio de Holyrood es totalmente residencial y a mí personalmente me gusta mucho eso de visitar estancias con su mobiliario de época, vajilla, etc. Además, tiene audioguía gratuita y te cuenta muchas curiosidades. En este año 2021 hay una exposición especial del Príncipe Felipe, fallecido en primavera.
La catedral de Saint Gîles y sus banderolas
Entra en la hermosa Catedral de Saint Gîles del siglo XII, con su característica cúpula hueca; me encantaron las banderolas de su interior pero lo mejor es su taburete.
La iglesia se construyó como presbiteriana, la religión imperante en la Escocia de la época. Pero los ingleses, que ejercían supremacía política, la utilizaban como anglicana. Numerosos tumultos ocurrieron entre ambos bandos en este templo en el que un día la misa era presbiteriana y al siguiente anglicana. Una historia muy graciosa es la de Jenny Geddes una chica escocesa de pura cepa que fue a escuchar oficio y en mitad del tema se dio cuenta de que no era en su religión y cogió un taburete y se lo lanzó al sacerdote en la cabeza. Hoy día puedes ver una escultura de un taburete en su honor dentro de St. Gîles (el original está en el Museo Nacional, que por cierto es gratuito).
Victoria Street, la calle más bonita de Edimburgo (y la más colorida)
Hazte un buen puñado de fotos en Victoria Street, la calle más bonita de Edimburgo llena de casas de colores.
Esta vía une el puente George IV y la plaza Grassmarket, y es la que se piensa que sirvió de inspiración para crear el Callejón Diagon de Harry Potter. Es famosa por sus buenos restaurantes y sus casas de colores, tan vistas en Instagram. Un must que ver en Edimburgo.
Dean Village, un pueblo dentro de la ciudad de Edinburgh
Para visitar un pueblo sin salir de Edimburgo ve a Dean Village.
Este barrio de Edimburgo es casi un pueblo dentro de la ciudad, de hecho es una antigua aldea molinera. Pasear a orillas del río Leith es de lo más agradable, y sus jardines y casitas de ladrillo te van a parecer adorables. Puedes caminar sin rumbo o hacer un free tour guiado por los mejores enclaves.
Calton Hill, la colina escocesa con un amasijo de cosas construidas
Disfrutar de la puesta de sol desde la Colina Calton es una de las mejores cosas que hacer en Edimburgo. Este lugar muy místico fue escenario de aquelarres y quema de brujas en el pasado. Se llega a ella a través de Princess Street y cuenta con varios elementos interesantes, destacando el Monumento a Nelson.
Sus construcciones son un poco controvertidas porque hay desde un Observatorio Astronómico (en una ciudad donde llueve más de 200 días al año) a un templo griego inacabado. Eso sí, las vistas del casco histórico con el castillo de Edimburgo al fondo y la ciudad nueva son increíbles, una gozada.
Para flipar aún más: conoce Arthur’s Seat, el mejor mirador de Edimburgo
Llena una botellita de agua y sube hasta Arthur’s Seat.
Si las vistas desde Carlton Hill te han gustado al atardecer, prueba a ir de día a este mirador panorámico algo más alejado, pero en plena ciudad. Está situado en el volcán extinguido Arthur’s Seat.
Los cementerios de Edimburgo, sitios repletos de historia
El origen celta de Escocia los liga mucho a sus camposantos, que lejos de ser visto como algo triste y que debe ser apartado, forma parte del día a día, están en el centro de las ciudades y pasearlos da verdadera paz.
En Edimburgo hay varios cementerios muy bonitos, aunque mi preferido es el de Greyfriars, donde puedes conocer la historia del perro Bobby (que tiene hasta una escultura) o ver los nombres de las tumbas que inspiraron personajes de Harry Potter.
Qué hacer en Edimburgo: planes muy british
Dónde hacer el Afternoon Tea en Edimburgo
Me encanta el té y me flipa la parafernalia que entraña el Afternoon Tea para los británicos. El protocolo de la tetera, la lechera, la bandeja de tres pisos con dulces arribas, scones en medio y salados abajo, y todo el ambiente festivo que rodea a esta costumbre.
En Edimburgo hay muchos lugares donde puedes tomar el Afternoon Tea, pero para mí hay uno que sin duda es el más espectacular. Es en el salón de té georgiano del restaurante The Dome, precioso. El precio es de 22 libras por persona y es una experiencia que hacer en Edimburgo que recomiendo al cien por cien.
Si buscas alternativas más económicas The Eteaket está genial y Mimi’s Bakery también. Pero si puedes darte el capricho merece la pena.
Ruta por los misterios, brujas y fantasmas de Edimburgo
Conoce estas diez historias fantasmagóricas de la ciudad (¡No las leas si no quieres spoilers!) y alguna más con este tour por los cementerios y lugares embrujados de Edimburgo. Me pareció lo más, de las cosas más emocionantes que hacer en Edimburgo jajaja sobre todo si vas en el turno de noche. Aquí es donde entrarás en los closes y conocerás su lado paranormal. También se oferta en versión free tour.
Además, Edimburgo es conocida por sus «rascainfiernos«, subterráneos profundos donde pasan cosas muy extrañas. Si te atreves, haz esta visita.
En la línea de la magia, puedes hacer este free tour temático por los lugares que inspiraron a J. K. Rowling para escribir Harry Potter, que en Edimburgo son muchos. ¡Es gratis! Y podrás descubrir la cafetería donde se escribió parte de la saga, toparte con la tumba de Tom Riddle en el Cementerio Greyfriars o atravesar el Callejón Diagon. Si quieres ir más allá también puedes hacer esta excursión por lugares de las pelis en los alrededores de Edimburgo.
Tiendas originales, mercadillos y mejores souvenirs que llevar a casa
La lana escocesa tiene mucha fama, y uno de los mejores artículos que comprar en Edimburgo son sus jerséis artesanos. La tienda de Canongate Jersey & Craft los tiene muy bonitos. También molan los mapas de The Royal Mile Galley.
Si te va el rollo retro, tienes que visitar la tienda de segunda mano llamada Armstrong. Es el paraíso de los amantes del rebusque más caótico y auténtico.
Además si puedes, visita alguno de los mercadillos de Edimburgo: el Farmer’s Market o el de Grassmarket los sábados, o el de Stockbridge los domingos. A mí me encanta el de la iglesia Tron pero cerró permanentemente en 2018.
Beber whisky, una atracción como otra cualquiera en Edinburgh
El whisky escocés tiene fama internacional, así que por algo será. A mí personalmente no me gusta nada, y mira que le he dado oportunidades, pero bueno, tienes que probarlo al menos.
¿Sabías que whisky proviene del gaélico y significa «agua de la vida». Es la bebida nacional desde sus orígenes en las abadías por allá por el siglo XV y para los escoceses tomarlo es casi como un ritual.
Hay algunos tours del whisky por la ciudad como este, en los que aprenderás mucho de esta bebida.
En mi última escapada he descubierto una forma agradable de degustarlo. Pide en cualquier pub un Hot Toddy, es una bebida caliente a base de whisky, limón y especias. Está rico y calienta el alma, es la versión escocesa del glüwhein. Algunos de los bares más famosos son: Bow Bar, The Royal Oak, The Wee Pub, Sandy Vell’s, The Sheep Hein Inn o Finnegans Wake.
Buscar unicornios, y no es broma, en serio
El unicornio es el «animal» oficial desde el siglo XII. Los vikingos cazaban en el ártico narvales y vendían en las islas británicas sus cuernos como si fueran los de un caballo salvaje de sus tierras que tenían poderes curativos y mágicos. Decían que era un animal indomable y muy valioso, y los escoceses… lo adoptaron como símbolo. ¡Está por todas partes!
Ir a una granja a recoger frutas, un plan like a local
Me fascina viajar tratando de vivir los destinos como si un poco fueran mi hogar. Por eso cada vez me gusta más alojarme en apartamentos si voy a pasar en un sitio más de una noche.
Uno de los planes más locales que hice en mi último viaje a Edimburgo fue ir en autobús a la granja Craigie’s. En ella puedes recolectar productos de temporada (en mi caso calabazas de Halloween), desayunar con productos kilómetro cero y pecar con alguna compra en su tienda.
Excursiones desde Edimburgo: cuáles son las mejores
– Aprovecha que vas a visitar Edimburgo para conocer uno de los lugares más míticos de Escocia, el Lago Ness. ¡Si avistas a Nessy avísame! Puedes reservar plaza en esta excursión por las Highlands.
– Si eres fan de Outlander (y si no deberías porque es la mejor serie que ver antes de ir a Escocia) te va a flipar esta excursión por sus escenarios: Lallybroch, Castillo Leoch, etc. existen de verdad.
– Móntate en barco y surca el fiordo Forth. Edimburgo se encuentra casi en la desembocadura del fiordo Forth, muy conocido por la espectacularidad de sus puentes (alguno incluso Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO). Si te animas a surcarlo en barco con esta excursión podrás visitar el castillo Blackness.
– Coge un tren y vete a conocer Glasgow. Aunque está considerada el Patito Feo de Escocia, en las dos veces que la he visitado se ha ido ganando un huequito en mi corazón. Incluso he escrito una guía de Glasgow con los atractivos principales. Si quieres ir más allá, haz esta ruta por los graffitis, me chiflan. Puedes ir por tu cuenta o hacer esta excursión con guía de ir y volver en un día.
No diréis que no hay cosas que hacer y que ver en Edimburgo, ¿no?