Protegida por la UNESCO, la Bahía de Kotor es el fiordo más meridional de Europa. La también llamada Bahía de Boka o Bocas de Kotor, realmente se trata de un antiguo cañón sumergido erosionado por el paso del río Bokalj, encajado entre los Alpes Dináricos.
La obra maestra de la naturaleza que se dibuja no necesitaría de más para convertirla en un destino soñado. Pero si a eso le añadimos un puñado salpicado de delicados pueblos con regusto italiano, tenemos frente a nosotros el cóctel perfecto para las próximas vacaciones.

Alojamiento en la Bahía de Kotor

Como sabéis, mi viaje a Montenegro fue en tienda de campaña. Por ello, nosotros seleccionamos in situ dos campings en los que dormir en los dos extremos de la Bahía de Kotor: el Nirvana (35 euros 4 personas) cerca de Herceg Novi, y Kascelan (20 euros), no muy lejos de Kotor ciudad.

Si vosotros por el contrario sois más comodones o simplemente no os apetece hacer acampada, aconsejo que durmáis en Kotor, que es súper animada y preciosa. Podéis comparar precios aquí.

Mi ruta por la Bahía de Kotor: pueblos e islas
Dicen que la costa de Montenegro es como Croacia antes de que se abarrotase de turistas. Yo digo que eso es verdad, pero que no creo que dure así por mucho tiempo porque su extrema belleza es ya un secreto a voces. Así que corre, corre antes de que su esencia empiece a desfigurarse.
Montenegro ya se está poniendo de moda. Pero no seamos tan ingenuos de pensar que estamos descubriendo nada. Mucho antes de que las influencers posaran en sus playas para Instagram, ya lo hicieron en los setenta celebrities como Elizabeth Taylor y Sophia Loren.

Estos son los principales pueblos de la Bahía de Kotor:
Herceg Novi, encanto empedrado
En el extremo occidental de las Bocas de Kotor encontramos Herceg Novi, una población medieval de calles empedradas bastante coqueta y con muchos puestecillos de artesanía (yo de hecho me compré unos pendientes con las casitas típicas).
Una de las plazas principales cuenta con una bonita iglesia ortodoxa y una fuente en la que refrescarse en los calurosos días de verano, aunque hay más con cierto encanto, como la del mercado local.
Desde la Fortaleza del Mar (2 euros) puede divisarse el puerto y sus playas. Más alejada se encuentra la Fortaleza Española, que se llama así porque durante un año en 1538 Herceg Novi perteneció a España.
Si os interesa el tema político, podéis dar un voltio por la Villa Galeb, la residencia en Montenegro de Tito.

Risan y sus mosaicos romanos
La localidad de Risan es muy pequeña y quizás la menos atractiva del fiordo, pero aún así hay algunos motivos de peso por los que hace un a parada en nuestra ruta por la Bahía de Kotor.
Una cervecita en uno de los bares del puerto, junto a la playa, nos regala unas perspectivas mágicas del fiordo.
Además, son de gran importancia los mosaicos romanos que se encuentran en una villa de Risan. Aunque debo admitir que en comparación con Casale o Itálica, me pareció que 5 euros era caro para los restos que había.

Perast y las dos islas
Apenas el malecón y un par de paralelas conforman Perast, un municipio sin embargo muy elegante gracias a las diversas casas palacio que lo conforman, muchas de ellas reconvertidas en hotel o restaurante. En su arquitectura además sale a flote especialmente el pasado veneciano de toda la zona.

Es muy turística y por ello cuenta con un par de parkings en los extremos que te permitirán librarte del coche por 5 euros el día.

Pero sobre todo, es conocida por sus dos islas: Sveti Dorde y Gospa od Skrpjela. Lo más típico que hacer en Perast es tomar una de las barcazas que por 5 euros por persona (ya veis que aquí todo cuesta 5 euros jaja) te lleva hasta la segunda, la isla de Nuestra Señora de la Roca y te recoge a la media hora.
Islas de san Juan y Nuestra Señora de la Roca
En la actualidad solo es visitable Gospa od Skrpjela, de la primera (y la única natural) tendremos que conformarnos con las vistas del monasterio benedictino mientras nos dirigimos a la otra.
En la Isla de Nuestra Señora de la Roca se halla una iglesia que como es lógico comparte nombre con el islote. Es muy bella por su cúpula turquesa, aunque lo mejor de todo son las vistas que ofrece de la Bahía de Kotor y especialmente de Perast, desde este otro punto panorámico.


Para comer en Perast recomiendo un restaurante llamado Konoba Skolji, era una especie de asador que servía pasta a la marinera riquísima (sobre todo la de gambas y nata), además de cordero a la brasa o cevapi, las típicas salchichas de los balcanes.
Kotor, la gran sorpresa de un viaje a Montenegro
Reconozco que la ciudad de Kotor me fascinó, fue totalmente una sorpresa. No esperaba encontrar en Montenegro tal diamante en bruto.
Con su muralla de 5 kilómetros rodeándola, basta cruzar la gran puerta de acceso junto al puerto para darse de bruces con una impresionante secuencia de galanas plazas rodeadas sin embargo por palacios tan grandiosos como mugrosos. De iglesias ortodoxas a catedral católica, todo cabe en Kotor.


Por la noche está animadísima, llena de veladores con románticas mesas a la luz de las velas. Recomiendo tomar un cóctel en la terraza del Hotel Astoria con música en directo de violín de fondo. Por cierto, tienes que probar el njegusi prust, el jamón local.

Si vas en coche de alquiler a recorrer la Bahía de Kotor, justo en el puerto de Kotor hay un parking para aparcarlo que está a dos pasos del casco histórico.
Fortaleza de San Giovanni en Kotor
La visita estrella que ver en Kotor es el ascenso a la Fortaleza de San Giovanni. La dura subida de 1.350 escalones (top a 1.200 metros) es premiada con las mejores vistas de Kotor y la bahía entre montañas.

El horario de visita es de 08:00 a 20:00 horas y su precio es de 8 euros, aunque hay un acceso lateral por el que “te cuelas” gratis. Yo fui legal y aboné mi ticket.
Si estás dispuesto a conformarte con la foto clásica de cualquier portada de Kotor, bastará con subir durante unos 15 minutos hasta la iglesia de la montaña. Con solo sobrepasarla se tiene una estampa preciosa de la escalera, el templo y el casco histórico con el fiordo de fondo.

Pero si como yo te propones como reto personal coronar la cima del castillo, necesitarás al menos otra media hora de subida de escalones infinitos.
El paisaje es espectacular, de lo más bonito que he visto últimamente. Dicen que mejora incluso con el atardecer, porque además hace menos calor; pero no me apetecía bajar esos irregulares escalones de noche, sinceramente. Y es que creo que el camino necesita con urgencia una inversión en logística, tanto en reparar los escalones y rampas como en mejorar la limpieza del camino. Es una lástima encontrar suciedad en un entorno tan sumamente idílico.

Otras visitas cerca de la Bahía de Kotor
Si quieres exprimir al máximo tu estancia, puedes animarte a conocer Tivat y la Gruta Azul, o Budva, la que llaman la Marbella montenegrina.
Por otro lado, por toda la ruta van apareciendo playas apetitosas en las que refrescarse un rato. No perdáis la oportunidad de daros un chapuzón (o varios).

La Bahía de Kotor es uno de los rincones más bonitos de Europa. A mí desde luego me ha ganado.


Si visitas Montenegro, no puedes irte sin recorrer el Parque Natural de Durmitor, otra preciosidad. Puedes desde hacer rafting o tirolina sobre el segundo cañón más grande del mundo, a tomar un chocolate caliente con vistas a los Ojos de Durmitor, un lago negro como el azabache.

2 Comentarios
Hola Claudia! Primero de todo me encanta tu blog y tus consejos 😉
Veo que escribiste el octubre,pero en que mes fuiste a hacer este viaje a Montenegro y Kotor? tengo unas vacaciones ahora pra octubre y lo he pensado como destino pero por lo que he visto de la temperatura ya es un poco baja :/
Hola Ana Carolina! Yo fui en agosto, pero sinceramente pienso que fuera de la temporada de verano, en primavera u otoño, tiene que ser top. Sin tanta gente seguro que destaca aún más su encanto. Y si subes al Parque Durmitor seguro que está espectacular en octubre. Ya me imagino en la casita que nos quedamos con la chimenea encendida.