La capital es una de las cuatro Ciudades Imperiales de Marruecos, junto con Marrakech, Fez y Meknes, y la verdad es que me sorprendió muy positivamente en mi viaje. Si quieres descubrir todos los rincones que ver en Rabat, dónde comer, alojamiento en riad, etc., sigue leyendo esta ruta de un día para conocer Rabat.

Calles con encanto en la medina de Rabat
Imprescindibles que ver en Rabat con ruta de un día
La Medina, imposible no visitarla en Rabat
Como la mayoría de localidades marroquíes, su esencia más pura se concentra en la Medina, repleta de calles estrechas e intrincadas llenas de vida. No obstante, debo reconocer que esta me pareció más limpia y ordenada que otras, siendo más fácil orientarse.

Pan de Marruecos en la Medina de Rabat

Desayunos en la medina de Rabat
Su arteria principal es la avenida Mohammed V, y las calles más comerciales, Souika y Cónsules, encontrándose en torno a la primera el Zoco del Oro, el Souk es Sebat (techado con juncos), pudiendo adquirirse también artículos de cuero, alfombras, kaftanes, etc.
Yo me alojé en la medina en el Riad Dar Yanis, y estaba bastante bien.

Zoco del oro en Rabat

Medina, Avenida Mohammed V Rabat
Cementerio Musulmán de los Mártires, para quedarse boquiabierto
Saliendo de la Medina con dirección al mar llegamos al cementerio musulmán, una parada poco turística pero muy impactante.

Cementerio de Rabat – Marruecos
En él se distribuyen miles de tumbas con el océano como telón de fondo, en un silencio sepulcral, en mi caso solo roto por los cantos de un entierro que se estaba celebrando.
Si lo atraviesas bajando la colina llegarás al Faro de Rabat y al Fuerte de Rottemburg, y a su derecha, a la Playa de Rabat.

Cementerio musulmán de Rabat
Alcazaba de los Oudayas, el barrio azul
Si continúas caminando con el mar a tu izquierda, pronto verás una fortaleza en tonos ocres. Esta da acceso al barrio conocido como la Kasbah de los Oudayas, una zona en la que predominan la cal y el azul añil en sus fachadas, lo que te recordará bastante a Chaouen o Asilah. Recibe este nombre por la tribu árabe Udaya, que se instaló ahí en el siglo XIII para proteger la ciudad. Aquí se encuentra la mezquita más antigua de Rabat.

La Kasbah de los Oudaias en Rabat

Kasbah des Oudaias en Rabat
Pasea sin rumbo por sus coloridas callejuelas hasta desembocar sin proponértelo en el Café Maure, donde podrás tomarte un té marroquí (té verde con hierbabuena y azúcar) con vistas al mar y a Salé por 10 Dhs (1 euro). Me recordó, salvando las distancias, al Café Hafa de Tánger.

Un té en el Café Moure
Si atraviesas la puerta que se encuentra al fondo de esta cafetería, te darás de bruces con el Jardín Andalusí, que te transportará al instante al Alcázar de Sevilla con las frescas sombras de sus naranjos, sus fuentes y sus muros rojizos.

Jardines Andaluces – Qué ver en Rabat
A la salida de los jardines, si continúas hacia la izquierda, entrarás de nuevo en la medina por la ya citada calle de los Cónsules, hasta Souika, donde podrás despedir el zoco nuevamente por la Bab Chellah.

La ajetreada Medina de Rabat
Torre Hassam y Mausoleo Mohammed V
Si caminas por la larga avenida tras la puerta Chellah, llegarás a la Torre Hassan, las ruinas de una antigua mezquita del siglo XII, compuestas por este cuerpo de minarete del mismo arquitecto que la Giralda de Sevilla o la Koutubia de Marrakech, de 44 metros de altura, rodeado por 200 columnas de distintos tamaños.

Torre Hassan – Imprescindibles que ver en Rabat
En la misma explanada que la torre, se encuentra el Mausoleo del rey Mohammed V, siempre custodiado por guardias reales (incluso a caballo) y construido usando materiales nobles, como mármol italiano.

Mausoleo de Mohammed V en Rabat
La visita es gratuita.
Chellah, de los rincones más sorprendentes
Mi consejo es que tras esto, tomes un Petit taxi que por unos 10-12 Dhs (poco más de un euro), te trasladará hasta el Chellah. Se puede ir caminando en una media hora, pero con lo barato que salen los taxis no merece mucho la pena cansarse porque el paseo no es demasiado bonito.
El Chellah es una fortificación que alberga valiosas ruinas romanas: un foro, un hammam… y que durante varios siglos fue abandonado hasta que se utilizó como necrópolis en la que se encuentran enterrados los primeros sultanes Merinides (los últimos están en Fez). Destaca su minarete.

El Chellah no puede faltar en un viaje a Rabat
Es un lugar espectacular tanto por su conservación como por la conjugación de cultura fenicia, cartaginesa, romana y árabe en tan solo unos pocos metros. Es realmente muy interesante y su precio es de tan solo 10 Dhs el adulto (1 euro). Para mí, sin duda uno de los imprescindibles que ver en Rabat.
Como dato curioso señalar que en ella habita una colonia de cigüeñas muy numerosa, con más de 70 nidos distribuidos en su interior. Nunca había visto tantas y tan de cerca.

Cigüeñas en el Chellah de Rabat
Palacio Real, para verlo… de lejos
Después del Chellah, puedes ir a la avenida y tomar otro Petit taxi al Palacio Real, o ir caminando rodeando la muralla almohade del siglo XII.
Del palacio realmente solo se puede ver su puerta, pero es curioso. Eso sí, ten cuidado con donde te deja el taxi, porque el nuestro paró en la parte frontal y al acercarnos un montón de guardias armados nos armaron la bronca del 15.

Puerta del Palacio Real de Rabat
Resulta que para «visitar» el Palacio Real hay que acceder por detrás, por una zona conocida como Mechouar, con un parque y una mezquita, en la que se ubica una comisaría que hace un control de pasaportes y una vez te tienen fichado te permiten un acceso controlado por mucho personal de seguridad hasta la miniciudad que contiene el palacio, para que te acerques hasta la puerta, dejando una distancia más que prudencial, y hagas un par de fotos. No es la visita del año pero es gracioso.

Zona de Mechouar en Rabat
Avenida Mohammed V
Para volver a la zona de la Medina desde el Palacio Real, ya sea a pie o en taxi, atravesarás desde sus inicios la ya citada avenida Mohammed V, en la que se encuentran la mayoría de las instituciones, como embajadas, Correos o la Estación de tren (útil si vas a visitar Fez o Meknes).

La gran avenida Mohammed V de Rabat
Creo que con este recorrido habremos paseado por los puntos esenciales que ver en Rabat en un día, el resto de tiempo libre puede dedicarse a hacer compras en la Medina o a visitar algún hammam, aunque en Rabat no hay demasiados.
Comer en Rabat platos marroquíes deliciosos
La Liberation, muy económico
Este café es sumamente barato, especialmente teniendo en cuenta su localización en la medina y en plena Mohammed V. Aunque hay algunos turistas, el sitio es mayormente frecuentado por locales, supongo que animados por sus bajos precios.
Pese a que su comida no es la más sabrosa de Marruecos, si buscas comer en Rabat por poco dinero, este es tu bar. Nosotros tomamos harira, una ensalada, brochetas y macedonia de frutas, con pan, 2 refrescos y botella de agua por 89 Dhs (ni 9 euros).

Pinchitos morunos en Rabat
Dar El Medina, lujoso oasis en el bullicio
Este restaurante se sitúa en la concurrida calle Souika en la Medina. Sin embargo es increíble la paz que se respira en su patio pese a estar tan cerca del caos.
La comida está muy buena, aunque eso sí, es bastante más caro. Nosotros tomamos harira, couscous vegetal y pastela de marisco, con pan, fruta y dos refrescos por 270 Dhs (27 euros). Aunque tengo que reconocer que pedimos demasiado porque la pastela era enorme.

Couscous con verduras en Rabat
Dar Naji Centre, popular y concurrido
El Dar Naji se sitúa fuera de la medina, pero casi justo a la entrada, junto al Mercado Central. Pese a que es bastante turístico reúne las tres B, bueno, bonito y barato.
Tiene una terraza situada en la primera planta del edificio súper agradable, y comimos en esta ocasión 3 personas por el módico precio de 160 Dhs (16 euros). Tomamos pollo como con una especie de pasta de harina súper rico, brochetas mixtas y carne con ciruelas, acompañado de té, pan y agua.

Dar Naji Centre, una buena terraza para cenar en Rabat
Dormir en Rabat en un alojamiento típico
Como decía anteriormente, en mi opinión para disfrutar plenamente del bullicio de la ciudad lo mejor es alojarse en la Medina, en mi caso dormí en el Dar Yanis, un riad típico con patio central alrededor del cual se distribuyen las habitaciones. Estaba muy bien situado y con desayuno, por 45 euros, que para ser Rabat está genial.
Puedes reservar tu habitación aquí, una habitación como la mía. Lo suyo es dormir en un riad. Es el alojamiento típico de Marruecos.

Habitación de nuestro riad en Rabat
Creo que con esto podéis haceros una buena idea de la ciudad, habiendo recorrido en esta ruta de un día los puntos más interesantes que ver en Rabat.
3 Comentarios
[…] Qué ver en Rabat en una ruta de un día | Los viajes de Claudia […]
Conoces algún guía que hable español en Rabat?
Hola Belinda,
He estado echando un ojo a las plataformas que uso pero no he encontrado ninguno desde aquí, lo siento :(.