Cada vez me gustan más los viajes que combinan pueblos y ciudades con naturaleza. En el caso de Italia, si encima le sumas una gastronomía deliciosa, la escapada es de diez. Los lagos del norte del país son increíbles, y en concreto hay muchísimo que ver en el Lago de Garda, el mayor de todos ellos y el que he visitado en dos ocasiones ya.
Por suerte, esta maravilla es aún una gran desconocida para el turista extranjero, así que date prisa antes de que se ponga de moda.

Información y consejos sobre el Lago di Garda
El Lago di Garda, de origen glaciar, se sitúa en la confluencia de las regiones de Lombardía, Trentino Alto Adigio y Véneto, y como decía es el más grande de los lagos de toda Italia (pese a que se pensó primeramente que el mayor era el Lago Maggiore, otro de mis preferidos).
El Garda es un lugar muy especial, y en él se genera un microclima característico que lo hace reunir las virtudes perfectas para el cultivo de la vid, el limonero y el olivo, entre otros. Lo he conocido tanto en verano como en invierno y creo que siempre es un buen momento.
Recorrer sus carreteras bordeando su ribera sin perder de vistas la montañas nevadas (el pico más alto es el Monte Baldo con 2.218 metros) dibuja una imagen muy bonita, sencillamente difícil de olvidar. La «Gardesana», como se conoce a la carretera que rodea el lago, tiene una longitud de 150 kilómetros de puro deleite, aunque para viajarla tranquilamente conviene dedicarle dos o tres días.
En muchos puntos del Lago di Garda es posible el baño, y realmente apetece en verano porque sus aguas son completamente cristalinas. En algunas zonas hay incluso «playas» de pago.

Dónde alojarse en el Garda

Durante mi primera excursión al Lago di Garda tuve como alojamiento el exclusivo hotel Le Ali del Frassino, situado en la población de Peschiera del Garda, junto a Sirmione.
La habitación tenía vistas al lago, al igual que el spa. Los desayunos en la terraza con el sonido de los pájaros de fondo son excepcional. Es un sitio de esos cuidados al detalle, me gustó muchísimo. Me quedé tres noches para recorrer el lago.
En el segundo viaje cambié totalmente de tercio y me alojé en un camping con mi tienda de campaña. Muy agradable pero eso sí, con muchos mosquitos.
Mapa para una ruta por la Gardesana
En este mapa del Lago di Garda y sus alrededores puedes ir comprobando dónde se encuentran los siguientes puntos que voy a ir describiendo:
Cómo llegar al Lago di Garda desde Milán o Verona
Los dos lugares más típicos desde los que viajar al Lago de Garda son Milán, la capital del norte, y Verona, la ciudad de Romeo y Julieta. Si vuelas a Venecia tampoco es mala opción:
Visitar el Lago de Garda desde Milán
Lo más sencillo es alquilar un coche desde el mismo aeropuerto (yo suelo utilizar esta web) para poder bordear el lago a tu aire sin prisas. El aeropuerto de Bérgamo se encuentra a solo 90 kilómetros (el de Malpensa a 170).
Si conducir no está entre tus opciones, desde Milán sale un tren a Sirmione con cierta frecuencia, o lo más sencillo, puedes reservar esta excursión de un día a Verona y Lago de Garda desde Milán.

El Garda desde Verona
Verona está a tan solo media hora del Lago di Garda, apenas los separan 25 kilómetros, por lo que es muy sencillo acceder a él desde esta ciudad en varios medios de transporte. Si estás en una escapada romántica en la urbe, ni te lo pienses, añádelo. Es tan fácil como contratar este tour de medio día por el lago desde el centro de Verona.

Pueblos más bonitos del Lago de Garda
Te adelanto ya que el plato fuerte que ver en el Lago Garda es Sirmione. Esta población con su castillo saliendo de las aguas es de cuento. No obstante, si vas a hacer una ruta por la Gardesana, hay mucha villa coqueta que tienes que apuntarte:
Visitar Sirmione, mi imprescindible
Sirmione es conocida por la estampa de su fortaleza defensiva del siglo XIII emergiendo del lago, que fuese propiedad de la familia de mecenas della Scala.
Parece sacada de alguna película, es muy sugerente. A pesar de estar formada por solo un pequeño puñado de callejuelas, el casco histórico es precioso. Lleno de flores, comercios artesanales y de terrazas que rivalizan entre sí por cuál tiene unas vistas más grandiosas del Lago Garda y de los barquitos posados sobre su color aguamarina. De hecho, un paseo en lancha rodeando este casi islote es un total imprescindible que hacer en el Garda. Me encantó la perspectiva que ofrece desde aquí.
Si quieres almorzar con buenas vistas al Lago de Garda, yo comí en La Speranzina, un lujoso restaurante acristalado con un menú degustación delicioso.

Además, Sirmione es conocida por sus aguas termales. Tiene un manantial de agua subterráneo al que se le atribuyen desde antaño numerosos poderes curativos. De hecho, se pueden visitar las ruinas de una antigua villa romana, la Gruta de Catulo.

En mi segundo viaje al Lago de Garda pude disfrutar de una estupenda velada de piscinas termales al aire libre en Aquaria Thermal Spa. Abren todos los días de 09:00 a 22:00 horas y los fines de semana y en verano hasta las doce de la noche. La experiencia del baño nocturno es una pasada, súper recomendable. Los precios van desde 25 euros por persona.

Otros pueblos del Lago di Garda interesantes
– Desenzano: bello pueblo de casas porticadas. Es el más habitado y la capital del lago.
– Monte Castello: un santuario.
– Limone sul Garda: sus casas venecianas y el olor a flores y cítricos te harán saber que estás en Limone.
– Riva del Garda: situada en el norte, tiene un casco histórico con una majestuosa arquitectura.
– Malcesine: bajo el Monte Baldo, con coquetos restaurantes en la orilla. Fue inmortalizado por Gustav Klimt.
– Punta de Virgilio: un rincón mágico.
– Bardolino: un lugar donde disfrutar de la gastronomía y de los vinos Bardolinos. Yo de hecho visité una bodega, puedes conocer una de las más típicas aquí.
– Peschiera del Garda: curioso ver cruces iluminadas al atardecer sobre sus barquitas.

Qué hacer en el Lago di Garda y alrededores
Visitar una bodega de vino italiano: la parte sur del lago comprende zonas de denominación de origen importantes en Italia. Yo visité la Bodega Monte del Frá, muy familiar y esta también mola.
Practicar algún deporte al aire libre: en mi caso jugué al golf en el Club de Golf de Verona, pero se pueden hacer rutas de senderismo, en bicicleta, vela…
Paseo en barco por la península de Sirmione, o por el lago en general, incluso tiene algunas islas visitables. Este crucero con aperitivo es top.

Ciudades que ver cerca del Lago di Garda
Para completar tu ruta por el Lago di Garda combínalo con:
– Milán: la capital del norte de Italia es mucho más que la Ciudad de la Moda. Si bien su Galería Vittorio Emanuele quita el hipo, así lo hace también su catedral de color blanco. Mi rincón favorito es el barrio de Navigli. Está situada a algo menos de un par de horas del Lago di Garda.

– Verona: es conocida por ser la ciudad que inspira Romeo y Julieta, pero tiene muchísimo más que ofrecer. Su Arena es digna de mención, y en ella se celebran las más famosas óperas de la historia. Pasear por sus calles tiene encanto y dejarse caer por la Piazza delle Erbe al atardecer es espectacular (tienes que cenar en Maffei o en Locanda 4 Cuocchi, brutales). Una gran ciudad a apenas media hora del Lago de Garda.

– Venecia: la Ciudad de los Canales no necesita presentación. Quién no ha soñado con montar en góndola y recorrer la Plaza San Marcos. Es tan bonita que no es de extrañar que por todo el mundo le salgan imitaciones (la Venecia del norte, la Venecia de Portugal…) aunque su belleza no tiene parangón. Está situada a dos horas del Garda.

Creo que con estos datos podéis pasar un buen finde con todo lo que ver en el Lago di Garda y su entorno. ¡Mola mucho!