La Bella Italia… ese país que nos ha conquistado a todos alguna vez. Ese tininini de su acento, esa gastronomía tan buona buonissima y esos rincones tan brutales que esconde y que no siempre coinciden con los puntos más turísticos. Después de no pocas visitas al país, me lanzo con una lista con mis lugares favoritos de Italia, que se alejan casi todos un poco de lo más obvio, para dar paso a otros quizás menos conocidos.
Los rincones más bonitos de Italia para mí
1. La Ermita de Santa Caterina del Lago Maggiore
Eclipsado por el Lago Como, el Maggiore (que no es el más grande) es uno de los lagos más bellos de todo el país.
Las distintas poblaciones que lo rodean son tremendamente coquetas, al igual que las tres diminutas islas ajardinadas que pueden visitarse si surcas sus aguas.
Sin embargo, el punto más espectacular bajo mi criterio es la Ermita Colgante de Santa Caterina, incrustada en el acantilado, casi lanzándose a las aguas. No muy conocido y uno de mis lugares favoritos de Italia.
Aquí puedes leer un poco más sobre el Lago Maggiore, sus islas y la ermita. Si quieres visitar un lugar todavía más secreto no muy lejos, echa un ojo al Sacro Monte di Varese, un viacrucis bastante particular.
2. Castillo de Sirmione, emergiendo del lago
Más popular que el Maggiore es el Lago di Garda, situado muy cerca de Verona y la famosa Casa de Julieta. Este tiene muchísimos atractivos, especialmente en verano, momento en que se vuelve una zona muy animada.
De entre todos los pueblitos que hay a su alrededor, el verdaderamente imperdible es Sirmione. Aparte de que pasear por sus calles de piedra es una gozada, el castillo que emerge del lago parece sacado de una película de fantasía. Muy top.
Si vas a viajar por el norte de Italia (Venecia, Verona, Milán, incluso Bolonia…), no te pierdas esta ruta por el Lago de Garda porque es muy sorprendente.
3. Los rascacielos medievales de San Gimignano
De entrada os diré que la Heladería Dondoli de San Gimignano tiene el honor de haber sido condecorada año tras año como la mejor heladería del mundo. Solo por probarlos merece la pena desplazarse a esta villa de la Toscana tan mona. (Me declaro fan del de pistacho).
Pero si no sois muy de postres fríos, San Gimignano reúne motivos de sobre para una visita. Por un pique entre familias, por allá por la Baja Edad Media empezaron a construir unas y otras torres en sus propiedades y cuánto más altas crecieran, más poder evidenciaba esa casa tener. Este duelo llegó a conformar un verdadero paisaje de rascacielos de época medieval (hasta 70 torres hubo) que resulta flipante al turista, si bien en la actualidad solo se conservan 14.
Para conocer más de San Gimignano (incluido dónde ir para tomar la foto de todo el skyline) te recomiendo que te leas mi guía de esta localidad.
4. Piazza del Campo de Siena
Una de las ciudades de Italia que me parecen más bonitas es sin duda Siena. La Piazza del Campo, donde tienen lugar las archiconocidas carreras de caballos del Palio di Siena, es una preciosidad.
Su casco histórico tiene la particularidad de estar dividido en 17 contradas, 17 distritos (puedes diferenciarlos por las placas en las esquinas de las calles con dibujos de distintos escudos) que se corresponden con las 17 casas que corren las carreras. Las banderolas con los escudos, con animales como erizos, caracoles e incluso un unicornio, son un souvenir típico de la urbe.
Muy cerca de Siena se encuentran las Termas de Petriolo, unas aguas termales a distintas temperaturas, de acceso libre, que casi todos los viajeros pasan por alto.
5. Barrio de Trastevere en Roma
Vale, este es un secreto a voces, porque, aunque hace apenas unos años casi nadie cruzaba más allá del río Tevere para descubrir qué había a ese lado de Roma, de un tiempo a esta parte ha empezado a popularizarse, y sus calles de piedra, sus Vespas rojas, flores y placitas se ven más en Instagram de lo que me gustaría reconocer. Pese a eso, creo que todavía es de las zonas más auténticas de la capital de Italia.
6. Isola Polvese en el Lago Trasimeno
Venga, aquí si que me apuesto lo que queráis a que no habéis estado ninguno.
En 2016 me fui un mes al Lago Trasimeno, en el centro de Italia, a trabajar haciendo Workaway. Estuve en una aldea diminuta frente al lago llamada Torricella, y una noche fuimos en barquita a la isla que está situada justo en el centro. Es muy salvaje y básicamente lo único que tiene es un hospedaje que sirve comidas para los cuatro locos que se deciden a ir. Un paraje muy singular y desconocido.
7. Las playas de la bravía Isla Caprera
No confundir con la Isla de Cabrera del archipiélago balear, esta se encuentra en el de La Maddalena, junto a la Isla de Cerdeña.
Las playas de Cerdeña son de las más bonitas del Mediterráneo (y uno de mis lugares favoritos de Italia). No tienen nada que envidiarle al Caribe: aguas transparentes, mucha vegetación, arena fina… una delicia. Lo mejor es que aún se conservan bastante vírgenes a pesar de su delirante belleza. Algunas de las más sensacionales se encuentran en la Isla Caprera.
Para conocer las playas más bonitas de Cerdeña te aconsejo que eches un vistazo a mi guía con las esenciales para darte un buen chapuzón.
8. Pompeya, historia pura
Hasta que no puse un pie en Pompeya no tenía en absoluto idea de que fuese a impresionarme tanto. Ya había visitado muchos restos romanos (de hecho mirad qué cerca tengo Itálica) pero en la vida esperaba que encontraría algo así.
La ciudad está tal cual. Tan amplia, tan bien conservada a la vez que tan desértica y abandonada que da como escalofríos de pensar en el día que el Vesubio tuvo a bien erupcionar y arrasar con todo lo que pilló a su paso.
No es ya que impacten los cuerpos calcinados en lava que aún se mantienen expuestos, sino que ahí están las termas, los teatros, hasta el prostíbulo con sus posturas dibujadas en la pared. Todo el mundo que viajara a Italia debería pasar por Pompeya, y no todos lo hacen. Está sin duda en mi lista de lugares favoritos de Italia.
9. Los Sassi de Matera
En la región de Bassilicata se esconde Matera, mi ciudad preferida de Italia.
Aunque la parte moderna no destaca especialmente, su zona más antigua es increíble. Está compuesta por algo llamado en italiano sassi. Un sasso es un conjunto de casas de piedra único, ya que representa un ecosistema urbanístico sin parangón que se ha mantenido casi intacto desde la época prehistórica a nuestros días, perpetuando así la vida ancestral de las cuevas al más inmediato hoy. La estampa desde cualquier mirador es sobrecogedora. Para mí es preciosa.
Yo conocí Matera en mi ruta por el Tacón de Italia, donde hay otros muchos lugares desconocidos muy impactantes como Alberobello, y las playas son una pasada.
10. Sicilia, el Mercado de Ballarò de Palermo
Oh Sicilia, qué gastronomía tan maravillosa tienes: pasta a la norma, marisco, pistachos, cannoli, granite, vino Nero d’ Avola… sí es que es para pasarse el día comiendo.
Un lugar de culto a la comida siciliana es el mercado Ballarò de su capital. Si bien cada día está más invadido por turistas curiosos, sigue manteniendo un encanto decadente que lo hace único. Los gritos de los vendedores unidos a los intensos olores en ese entorno tan especial hace que sea una pasada.
No te pierdas este post con mis favoritos de Palermo y por supuesto mi guía para un viaje a Sicilia de una semana por libre en coche.
¿Cuál es tu lugar favorito de Italia? ¿Coincide con alguno de los míos? Otra zona que me gustaría mucho conocer pero que se ha puesto demasiado de moda son las Dolomitas, ¿habéis estado? ¿qué os parecen mis lugares favoritos de Italia?