El conjunto de le Dolomiti, situado al noreste de Italia, era hasta hace nada mi gran pendiente en el país. Quería elegir un buen momento para recorrerlas sin que hubiese demasiada gente y lo iba postergando. Al final he ido este verano y ha sido maravilloso. Hay muchísimas cosas alucinantes que ver en Dolomitas siempre. Te cuento mis 10 imprescindibles.

Sus paisajes son tan brutales que en 2009 las Dolomitas pasaron a formar parte de la lista de patrimonio protegido por la UNESCO, por su belleza e importancia geológica. ¿Sabías que su abrupto y erosionado terreno procede del mar? Emergieron hace muchísimo tiempo de las profundidades debido a movimientos sísmicos.

Para dormir en Dolomitas nosotros escogimos el camping a más altura de Dolomiti. Está bastante céntrico y si solo se quiere tener un campamento base, las distancias de las visitas son bastante asequibles desde aquí. Por cierto, te dejo mis básicos para ir de acampada (aunque tiene bungalows).
Los 10 lugares imprescindibles que visitar en las Dolomitas

Dónde están las Dolomitas: esta cadena abarca 9 sistemas montañosos diferentes repartidos en tres regiones del norte de Italia: Véneto, Trentino Alto Adige y Friuli-Venezia Giulia, además de tocar también el sur de Austria.

Para llegar lo más común suele ser volar a Venecia (o a Milán), aunque lugares como Bolonia tampoco vienen nada mal. Una vez allí lo más cómodo es alquilar un coche para recorrerlo a nuestro aire. Si lo vas a combinar con Venecia te dejo aquí mi guía actualizadísima.
Y sin más dilación, mis 10 lugares imprescindibles que ver en Dolomitas:
1. Tre Cime di Lavaredo
Estos tres colosos son probablemente el icono más representativo de las Dolomitas. Con nombres propios: Cima Grande, Cima Piccola y Cima Ovest, son la visita estrella en la zona si decides hacer solo un trekking.
Para llegar hasta ellos hay que subir hasta el parking del Refugio Auronzo (cuesta 30 euros por coche y las plazas se agotan tempranísimo), y elegir alguna de las rutas que te acercan. La más recomendable y la que nosotros hicimos es la circular de unos 10 kilómetros que las rodea por la base (también puedes hacer una más corta lineal ida y vuelta).
Más o medio a medio camino hay una parada muy interesante, el Refugio Locatelli, donde además de disfrutar de un rico capuccino mirando a las Tres Cimas de Lavaredo, puedes engatusarte con la bella panorámica de los Lagos dei Piani y sacar la foto más bonita subiendo a alguna de las cuevas que los enmarcan.


A las Dolomitas se la conocen como «los Alpes Rosados» de Italia. Esto es así porque su piedra caliza con magnesio desprende destellos rojizos muy particulares, especialmente al atardecer.
2. Cadini di Misurina
Y ya que has pagado la subida y el aparcamiento al Refugio Auronzo, después de le Tre Cime no te pierdas el pequeño camino que sale de allí mismo (sendero 117 dirección Rifugio Fratelli Fonda Savio) y que te conduce al mirador de la cadena montañosa de Misurina. Espectacular y mucha gente ya un poquito cansada se lo salta, una lástima.
Se tarda unos 45 minutos en llegar y algo menos en volver porque al principio en la ida hay algo de cuesta. La roca que hace de punto panorámico es brutal.

3. Lago di Carezza
Para mí este es el lago más bonito que ver en las Dolomitas. Había visto algunas fotos del año pasado que estaba algo seco y cuando llegué y vi lo a rebosar y precioso que estaba rodeado de pinos y montañas, me dejó maravillada.
Se le conoce también como el Lago Arcoiris, por el contraste de su color turquesa con las miles de tonalidades que centellean en sus reflejos. Aguarda un puñado de leyendas, entre ellas la de una ninfa que se asoma cuando hay poca agua (yo vi la escultura sumergida, está en el centro del lago).
Para visitarlo basta con dejar el coche en el parking de pago habilitado, y en pocos pasos (bajando un túnel subterráneo donde por cierto hay baños) darás con la terraza-mirador. Este punto es el que ofrece una vista más bonita, pero merece la pena hacer el recorrido de 30 minutos que le da la vuelta.

4. Alpe di Siusi (Seiser Alm)
El Alpe de Siusi se sitúa en la Meseta Seiser. Es el altiplano a más altura de Europa y uno de los prados alpinos más extensos del continente. Compone la típica imagen de un gran valle verde salpicado de cabañas de maderas y vacas pastando, con montes de fondo. Una preciosidad que ver en Dolomitas.
Para llegar al punto panorámica (en Google Maps puedes buscar belvedere Alpe di Siusi) hay que caminar unos 4 kilómetros desde alguno de los parkings de Compastch. La carretera hasta los aparcamientos cierra de 9 de la mañana a 5 de la tarde, así que mi recomendación es ir a ver atardecer al Alpe di Siusi porque hay menos gente, puedes llegar a Compastch en coche y además normalmente ya no hay nadie en la garita para pagar.

Antes pasarás por un banco gigante con buenas vistas bastante divertido.
5. Seceda
Entre el Val di Funes y el Val de Gardena encontramos la coquetísima Seceda, con su llamativo pico en forma de cresta. Para alcanzar el mismo hay que concatenar dos teleféricos (39,50 euros por persona ida y vuelta; como curiosidad los perritos pagan 5 euros) que parte de la localidad de Ortisei.
En cuanto te bajas del segundo (después de una impactante subida) te das de bruces con esta monada. Te aconsejo ir temprano, de los primeros, para poder disfrutar de la gran cantidad de senderos que parten en torno a él prácticamente en solitario. La recompensa es un buen cafecito mirándolo desde la cafetería del refugio. Uno de mis imprescindibles de Dolomitas y eso que no había oído hablar nunca antes.

6. Rifugio Odle
Esta ruta que parte del aparcamiento de Zanser Alm (aunque si como fue mi caso está completo puedes dejar el coche en el parking de la Iglesia San Giovanni y coger el bus 330 hasta el punto de partida) es un itinerario súper popular también entre locales para el fin de semana y se convirtió en uno de mis favoritos.
El Refugio Odle (o Geisleralm) es uno de los más bonitos de todas las Dolomitas. Esta cabaña de madera se sitúa en un valle a los pies de la cordillera con la que comparte nombre. Para llegar a ella hay que tomar el sendero 36 que nos conduce a este restaurante en una hora y media de subida. La recompensa es una comida local deliciosa (te recomiendo la pasta con speck, los canederli y el strudel de manzana) todo acompañado por una fresca y merecida cerveza Frost.

7. Val di Funes: Chiesa de San Giovanni in Ranui
En los últimos tiempos una de las estampas más famosas que ver en Dolomitas es la de la Iglesia de San Juan de Ranui, en la zona del Sud Tirol. Su privilegiada localización en un verde valle ensalzan su protagonismo, solo eclipsado por la imponente cordillera de Odle que le hace de telón de fondo.
El parking para disfrutar de la panorámica del templo cuesta 4 euros al día.
Realmente la foto la haces desde un pequeño mirador elevado (algo lejos) de la iglesia, que no impide en absoluto el poder fijarse en sus pequeñas aristas rojas que resaltan sobre el blanco, o en su pequeña cúpula con forma de cebolla. Para acercarte y visitarla, tienes que abonar una entrada.

También se ha hecho conocido en Instagram en el Valle de Funes un banco que se ubica no muy lejos de aquí, desde el que se obtiene una bonita imagen de la Chiesa de Santa Maddalena, otro templito la mar de mono.

8. Lago di Braies, la joya de los lagos dolomíticos
Su nombre en alemán es Pragser Wildsee, pero es más conocido como Lago di Braies. Este lago se ha vuelto viral en redes sociales por la imagen de su muelle con barquitas encadenadas entre sí. En mi opinión está un poco sobrevalorado, o quizás es que cuando fui había bastante gente y me pareció un sitio más de postureo que de otra cosa.
Seguramente a ultimísima hora de la tarde, dar un paseo en torno a él cuando ya se ha ido casi todo el mundo es mucho más mágico. O incluso desde una de las propias barcas que se pueden alquilar por 30 o 60 minutos (hasta se pueden compartir para que salga más barato).

9. Cinque Torri
En un principio no tenía pensado subir hasta las Cinco Torres, pero una tarde me animé a tomar el telesilla/seggiovia hasta las mismas (se puede subir y bajar andando por un caminito pero bastante empinado).
La corta caminata que las rodea dura en torno a una hora y es muy agradable ir colándote por los entresijos de estos cinco peñascos. Es un enclave al que no va tantísima gente y a mí particularmente me pareció muy especial.
Además, arriba puedes encontrar varias trincheras y túneles de la I Guerra Mundial, y es que aquí tuvieron lugar varias batallas. Vestigio de esa época queda el Museo de la Gran Guerra al aire libre.

10. Pueblos bonitos de Dolomitas
Lo principal que ver en Dolomitas es su naturaleza, pero entre lago y valle descubrirás pueblecitos encantadores como estos:
– Cortina d’Ampezzo: muy glamuroso para los italianos, sobre todo en invierno.
– Alleghe: con su coqueto lago e iglesia.
– Castelrotto: casitas pintadas y una torre campanario con una curiosa fuente abajo.
– Sottoguda: uno de los pueblos más bonitos de la Dolomitas, a los pies de la Marmolada.

Lógicamente se me han quedado algunos sitios muy chulos que ver en las Dolomitas, como el Val de Gardena (por el que pasamos casi a diario al estar al lado del camping), el mítico Paso Giau con sus curvas, la ya citada Marmolada, el sugerente Lago Sorapis o las 6 Torres de Vajolet. Sé que además es una zona a la que volveré seguro.
Si te gustan los lugares poco conocidos de Italia te dejo por aquí mis 10 rincones secretos.