Adare, uno de los pueblos más bonitos de Irlanda muy cerca de Limerick

Para los que buscan conocer lugares menos turísticos, hoy os traigo una escapada mágica. Adare es un coqueto pueblo irlandés muy particular situado al sur de Limerick, una escapada perfecta desde Galway. ¿Quieres saber qué ver en Adare y por qué es tan especial? Te cuento.

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Para dormir en Adare, este hotel de época es increíble. La decoración es total, pero es que algunas habitaciones tienen hasta chimenea. Amor a primera vista.

Qué ver en Adare, el pueblo más bonito de Irlanda

Adare, Patrimonio Nacional Irlandés, está considerado uno de los pueblos más bonitos de Irlanda. Está situado como avanzaba a solo 20 kilómetros de Limerick y 116 de Galway (que fue mi hogar durante un tiempo).

La verdad es que la palabra «pueblo» (o incluso ciudad como he visto escrito en algún lado), podría decirse que a Adare le viene un pelín grande. Yo diría que es más bien una aldea, por no decir una calle. Eso sí, sus diminutas dimensiones no le restan un ápice de encanto y tiene muchísimo que ofrecer: ruinas y edificaciones de gran valor histórico y arquitectónico son algunas de las razones por las que visitar Adare.

Además, llama la atención la cantidad de verde que la rodea, campos y campos que parecen dibujados de los colores tan intensos que tienen. La carretera, de película. Estrecha, nublada y abrazada por frondosos árboles.

Las casas con tejado de paja de Adare

Las casas de Adare tienen una curiosidad, y es que sus tejados están cubiertos de paja. A mí me recuerdan como a casas de cuentos, o de alguna película así rollito campesina-medieval; ciertamente llevan construidas cientos de años.

La mayoría de ellas, especialmente las ubicadas en la calle principal (Main Street) se encuentran ocupadas en la actualidad por tiendas de artesanía, de lanas y cerámicas sobre todo, aunque muchas son propiedad privada.

Iglesia de la Sagrada Trinidad y alrededores

El templo más importante que ver en Adare en su Iglesia de la Sagrada Trinidad. Muy cerca podemos pasear por el bello y extenso parque de Adare, de un color verde intensísimo. Cuenta con muchos tipos de plantas, pequeñas hileras de agua y bancos. Estupendo para andar sin rumbo y relajarse (siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan).

La Abadía Agustina de Adare

Uno de los motivos principales de nuestro interés en Adare era conocer su abadía agustina del siglo XIV, a un corto paseo del centro.

La visita me impresionó porque está en medio del campo y no había un alma. El cielo gris amenazando tormenta colaboraba en el misticismo del lugar. La parte del claustro está muy abandonada, un poco en ruinas, y la entrada es libre. Estaba todo tan oscuro y silencioso que daba realmente un poco de miedo.

La iglesia sí que está más cuidada y se entiende que aún continúan celebrándose allí oficios. Sin embargo, ni una luz, ni siquiera de velas, ni una persona. De hecho pudimos movernos a nuestro antojo, y yo incluso subí al órgano, para verlo de cerca. Me llamaron la atención los cajones con dibujo que había delante de los bancos para arrodillarse sobre ellos durante el rezo.

Cuando tanta oscuridad y un silencio sólo interrumpido por los graznidos de los cuervos empezó a dar verdadero mal rollo decidimos ausentarnos del lugar.

A medio camino al pueblo, se puso a chispear como quien no quiere la cosa, y la tormenta que anunciaba el cielo desde hacía rato no tuvo piedad con los que aún estábamos lejos de algún refugio. Corriendo fuimos a calentarnos el cuerpo y el estómago.

Dónde comer en un auténtico pub irlandés

Tras hacer un sondeo de las opciones con que contábamos, notros nos decantamos sin dudas por comer en el restaurante irlandés súper típico llamado Aunty Lena’s (La Casa de la Tita Elena), el pub más famoso que ver en Adare. Su decoración en madera es de lo más acogedora.

Nosotros pedimos tiras de pollo con salsa y fish & chips. Los platos no son muy sofisticados, pero estaban muy ricos. Para beber por supuesto dos pintas de cerveza. Rondó los 18-20 euros por cabeza.

Después, tomamos café en un lugar muy mono llamado The Good Room, situado en una de las cabañas medievales que he mencionado antes. Es muy mono, con un estilo afrancesado, tomamos dos lattes y tarta de zanahoria y fueron 12 euros.

Aparte de lo descrito, Adare tiene un precioso castillo medieval, conocido como Castillo Desmond, pero desafortunadamente no lo pudimos visitar, porque se nos echó la tarde encima y comenzó a llover con mucha fuerza, lo que nos obligó a retomar el camino de vuelta. Pero bueno, así tenemos una excusa para volver a uno de los pueblos más bonitos de Irlanda.