La capital de la región de Aquitania tiene mucho que ver y que visitar, pero si además quieres descubrir los mejores lugares para comer en Burdeos y sitios chulos donde beber vino, este post te va a venir de perlas.
Las vinotecas más top para probar los vinos de Burdeos
Creo que poco hace falta que diga sobre el reconocimiento universal que tienen los vinos de Burdeos. Especialmente sus tintos tienen fama en todo el mundo, aunque no deberías dejar de probar también los blancos.
Si quieres aprender sobre sus curiosidades y hacer alguna que otra cata, por supuesto tienes que ir a la Cité du Vin, un gran complejo súper moderno dedicado totalmente a los vinos bordeleses. Para rematar la jornada nada como este tour vinícola con cata de quesos franceses.
Dónde tomar vino en Burdeos, mi rincón preferido
Como cuento en este post sobre Aux Quatre Coins du Vin, creo que este local es un sitio fantástico para probar diferentes tipo de vinos de Burdeos.
En esta vinoteca te sacas una tarjeta de prepago con la cantidad que quieras y puedes irla introduciendo en distintas máquinas que hay repartidas por la sala con botellas de toda clase de variedades y precios e ir catando unos y otros. Puedes hacerlo por tu cuenta o dejarte guiar por los sumillers del propio bar.
Dónde comer en Burdeos productos típicos de esta zona de Francia
En Burdeos es imprescindible probar sus ostras
Las ostras son un producto súper típico de la región sudoeste. Si nunca las has tomado, atrévete a probarlas y dime qué opinas de su viscosa textura y su sabor a mar. Es un must que comer en Burdeos.
La tradición en la zona es servirlas acompañadas de salchichas y pan con mantequilla, además de por supuesto vino blanco. Es una combinación inesperada pero deliciosa.
Para mí un lugar muy auténtico para desgustarlas a buen precio es el Marché des Capucins. Más frescas que allí imposible, están recién traídas por los pescadores, y aunque el mercado era muy sencillo y estaba algo retirado, a mí me encantó.
Otro marché muy diferente para explorar con nuestro paladar es Halle Boca, un antiguo matadero reconvertido a mercado gastronómico.
Quesería Deruelle, manjar de dioses si tienes un poco de ratón
Con el queso no hay medias tintas: o eres un humano lógico y lo amas, o eres de los raritos que lo odian (pero por qué señor). Si eres de los primeros (espero que sí), en Burdeos encontrarás tu paraíso soñado en La Table Deruelle, una quesería con cientos de clases en la que te va a ser difícil escoger para que te preparen una tabla espectacular.
Le Café Napoleón III, un clásico de la historia
Como dicen por ahí, en este café «se respira historia». Se construyó en 1841 y en principio fue uno de los salones de la residencia «Les Quatre Soeurs». Todo en él es auténtico, y está catalogado como uno de los cafés patrimonio-histórico europeos.
[Actualización: este café ha cerrado sus puertas permanentemente].
Para no dejaros con mal sabor de boca os añado un café muy particular: Café Utopía, escondido en el interior de una vieja iglesia.
Dónde merendar un buen crepe francés
Me apuesto lo que quieras a que a ti que estás leyendo esto te gustan los crepes. ¡Venga ya! ¡Es imposible que alguien los rechace, se me hace la boca agua solo de pensarlo! No hay país donde los preparen mejor que en Francia, eso está claro.
En Burdeos tomé unos muy ricos en Le Grand Café. Está ubicado en una de las plazas principales de la ciudad, así que es común ver a turistas sentados en las mesas. A pesar de eso están muy buenos.
Los famosos canelés de Bailladran… y su competencia
El canelé es el dulce típico de Burdeos, con forma de flan. Es una especie de bizcochito estriado, denso y avainillado elaborado con huevos, azúcar, leche, harina y mantequilla.
Los más famosos (que tienen incluso tiendas fuera de la ciudad) son los de la cadena Bailladran. En concreto te recomiendo visitar el comercio que se encuentra dentro del centro comercial de los Hombres Grandes de Francia.
No obstante (le pique a quien le pique) he de confesar que un pajarito me ha contado que los bordeleses prefieren los de La Toqué Cuivrée.
Algunas chocolaterías que merecen la pena visitarse
Los más golosos tienen que hacer una parada en alguna de las divinas chocolaterías donde comer en Burdeos su chocolate. Una molona es Aliénor Chocolateros, aunque La Maison Darricau, abierta en 1915, se lleva la palma.
¡La famosa cadena de L’Entrecôte tiene sede en Burdeos!
Esta cadena de restaurantes típica de Francia siempre tiene cola y ni siquiera tienen carta. Por algo será, ¿no?
El menú siempre es el mismo: de primero una «ensalada» (en realidad sólo es lechuga y nueces, pero es que no debes quitarte el hambre para lo que viene luego), y de segundo OMG: dos filetes de entrecot de ternera con una salsa secreta que nadie ha conseguido imitar; uno de ellos te lo sirven en un plato y el otro en una bandeja con velas debajo para que mantenga el calor. Mientras los devoras, los camareros se pasean con patatas recién fritas con las que te van rellenando el plato hasta reventar.
El precio es de 19,50 euros por persona (sin bebida). Está brutal.
Un lugar económico y apetecible en el centro: Le Petit Commerce
Sin grandes pretensiones ni tamaño (de hecho es diminuto), este local sirve buen pescado a un precio asumible teniendo en cuenta su céntrica ubicación.
Cena romántica en Burdeos: una comida de lujo
Si quieres hacer una comida especial para alguna celebración, en Burdeos se encuentra Le Pressoir d’Argent, el restaurante del archifamoso chef Gordon Ramsay.
Se localiza dentro del prestigioso Hotel Intercontinental y ha sigo galardonado con dos estrellas Michelín.
Y hasta aquí algunos de mis restaurantes preferidos donde comer en Burdeos y sitios chulos para beber mucho vino bordelés. Si tenéis alguna recomendación extra soy toda oídos.