Salobreña, esta pequeña población de la Costa Tropical de Granada, es la paleta con la que cualquier pintor desearía contar. Tiene ocres en su peña y su castillo, manchados por un sinfín de puntos blancos que son sus casas encaladas, y Sierra Nevada de fondo. La gama de azules en mar y cielo contrasta con el verde de la vegetación; los huertos y plantaciones tropicales salpican con los colorines que faltan. Una gama infinita, realzada si cabe por el brillo del sol.
Situada a poco más de media hora de Granada (aquí mi guía de qué ver en Granada) y como a una de Málaga, está perfectamente comunicada. Son varias las low cost que vuelan a las capitales y también puedes optar por coche, autobús, etc. Si quieres recorrer los pueblos más bonitos de Granada, entre los que se encuentra Salobreña, una buena opción es alquilar un coche para viajar a tu aire.
Si no cuentas con demasiado tiempo pero te llama la atención, puedes reservar esta excursión desde Granada que visita en un día Salobreña, Almuñecar y Nerja.
Qué ver en Salobreña, Costa Tropical de Granada
Qué ver en Salobreña, donde brilla el sol y florece la buganvilla
Hay mucho que ver en Salobreña, este pueblo de 10.000 habitantes es pequeñito pero matón.
Castillo Árabe y Torre del Agua
El Castillo Medieval de Salobreña tiene orígenes árabes (siglo XIV), y fue desde residencia de las familias de los Reyes Nazaríes a prisión, habiendo estado rodeado por murallas que tristemente apenas se conservan.
Además de ofrecer una panorámica espectacular desde sus torres, en el interior de sus ruinas hay restos arqueológicos de unos Baños Nazaríes muy similares a los de la Alcazaba de la Alhambra de Granada, lo que nos da mucha información acerca de las posibilidades económicas de sus propietarios. Aún se identifican las diferentes zonas: seca, húmeda y de servicio. Un hammam de lujo en casa.
Atardecer desde el Castillo de Salobreña
Destaca la Torre del Agua, construida por los nazaríes para proteger el suministro de la misma proveniente del Manantial de Gambullón.
Los Cuentos de la Alhambra de Washington Irving contaban la historia de las princesas del Castillo de Salobreña. ¿Lo sabías?
Miradores de Salobreña para flipar con las vistas
Son varios los puntos panorámicos de Salobreña además del castillo. Especialmente bonito es el mirador dedicado a Enrique Morente, cantaor granadino que era asiduo en la localidad. Se trata de un gran balcón a 98 metros sobre el Tajo que ofrece vistas de la vega, el mar y el barrio de La Caleta. También con el mar como telón de fondo tenemos el mirador del Albaycín y el del Hoyo de la Frascunda.
Por contra, mirando a la montaña tenemos el mirador del Postigo, situado junto al parque homónimo, que da a la cara norte de Salobreña. Recibe este nombre porque antes se encontraba justo ahí una puerta de acceso secundaria a la ciudad medieval.
Parroquia de Nuestra Señora del Rosario
Esta iglesia está construida sobre una antigua mezquita musulmana. Es del siglo XVI de claro estilo mudéjar. Antes de que un incendio lo destruyese en 1821, su techo estaba formado por un bonito artesonado de madera. La puerta lateral en ladrillos rojos y azulejos te traslada a Marruecos. La torre esbelta con almenas escalonadas pone el broche final.
Iglesia del Rosario – Qué ver en Salobreña
Barrio de La Caleta, entre azúcar y sal
Una de las zonas más auténticas de Salobreña es la conformada por los barrios marineros de La Guardia y La Caleta.
En esta parte aún se conserva gran esencia de tradición de la Salobreña de siempre. Casitas con ropa tendida, muchas flores, señoras paseando con calma, comercios de toda la vida (prueba el pan de la Panadería Tolino), la Plaza del Lavadero…
Destaca a orillas del mar, en el salado embarcadero, el Ingenio Azucarero de La Caleta de 1861. Es el único de Europa que transformó la caña en azúcar, miel y alcohol durante más de un siglo. Aunque cerró en 2006, ha sido declarado Bien de Interés Cultural y ojalá algún día pueda llegar a visitarse.
La Caleta y su Ingenio Azucarero en Salobreña
Pasear sin rumbo: flores y plazas
Los barrios que rodean el castillo son también una maravilla: La Villa, El Brocal (sus calles aprovecharon la muralla para su trazado, aunque apenas quedan restos, como el Torreón) y El Albaycín son claros ejemplos de ellos.
Rincones con encanto de Salobreña
Paseo de las Flores
Casi a los pies del castillo, en una ladera junto al mismo, hallamos este camino entre plantaciones de cañas, subtropicales, jardines y arbustos. Especialmente bonito en época de floración.
Plazas y rincones con encanto del centro histórico de Salobreña
De paso obligado es la coqueta Plaza del Ayuntamiento, y la próxima Calle Bóveda, un pasaje (cómo no) abovedado, de época medieval, situado bajo la Parroquia. Cerca está su versión en miniatura, la Bovedilla.
Plaza del Antiguo Ayuntamiento de Salobreña
Pero solo hay que perder el rumbo para conectar con sus mágicos rincones más escondidos entre buganvillas. Las raíces árabes de este pueblo blanco andaluz, aún se dejan entrever en sus sinuosas y angostas callejuelas. Como leí en mi guía: «sus casas emcaladas blanquísimas se desparraman sobre una montaña como terrones de azúcar«. Frase además con doble sentido si reconocemos como ya sabemos, estar en zona de cultivo de la caña.
Calles llenas de flores – Qué ver en Salobreña
Un poco más en las afueras, bajo el monte, se halla el Parque de la Fuente, con una graciosa copia de la Fuente de los Leones de La Alhambra.
Fuente de los leones en Salobreña
Qué hacer en Salobreña, aprovecha el mar y sus frutos tropicales
Ya viajes con niños, amigos, en familia o en pareja, hay muchos planes entrenidos que hacer en Salobreña.
Deportes acuáticos
El calmado Mediterráneo, con la chispa del viento que de vez en cuando sacude sus orillas, es el lugar perfecto para practicar deportes de agua. En Salobreña es popular el windsurf, la vela, el paddle surf, el kite surf, el kayak, la pesca, e incluso el submarinismo en Tesorillo-La Caleta o en la zona de arrecifes.
Nosotros estuvimos a punto de hacer kayak en la escuela 18 Nudos Surf Club, pero precisamente el viento nos jugó una mala pasada y no pudimos llevar a cabo la actividad. Habrá que volver.
Hacer deportes acuáticos en Salobreña
Tres paseos esenciales en Salobreña
Hay tres senderos clave para dominar Salobreña y sus alrededores:
Senda Mediterránea
La Senda Mediterránea (nosotros la recorrimos) parte del Hotel Salobreña Suites, situado a las afueras de la localidad, en pleno acantilado.
Va recorriendo los barrancos pasando por urbanizaciones, casi sin perder nunca la vista al mar Mediterráneo.
Pasa por la Playa del Caletón, de roca negra, y continúa por el barrio de La Caleta y el Peñón de Salobreña hasta llegar al centro del pueblo. Muy agradable y apenas tardas una hora.
Senda Mediterránea – Qué hacer en Salobreña
Senda Litoral, un paseo salvaje junto al mar, de lo mejor que hacer en Salobreña
Parte de la vega de Salobreña a La Caleta y de ahí al Peñón hasta la desembocadura del río, llegando a la playa Punta del Río, zona de humedales, y de ahí hasta Playa Granada, de donde parte un camino interior de retorno entre huertos de tomates y lechuga.
Es una buena ruta para el avistamiento de pájaros.
Ruta de la Chirimoya, entre frutas tropicales en Salobreña
Tomando el Camino del Canal, esta ruta circular de dos horas desde el pueblo pasa por diversas plantaciones de frutos como chirimoyas, aguacates, mango, papayas. Un paseo no demasiado largo y muy colorido y sombrío.
Ruta de la chirimoya en Salobreña
Otros senderos de Salobreña: Camino de Lobres, Camino del Gambullón…
Compras tradicionales en el mercado
Si ya hemos hablado de la panadería, a mí siempre me gusta visitar los mercados de abastos de cada lugar al que viajo, porque creo que sus productos dicen mucho de su gente. También hay mercadillos ambulantes, y tiendas de ropa muy chulas.
Finca Ecológica Matagallares
En Salobreña se forma un microclima subtropical gracias a la protección que ofrece Sierra Nevada del viento norte y a la proximidad a África. No en vano forma parte de la llamada Costa Tropical.
En ella como ya hemos aventurado, se da el cultivo de muchos frutos subtropicales, y una cosa entretenida que hacer en Salobreña es visitar una de sus fincas frutales. Nosotros visitamos la ecológica llamada Matagallares, con mangos, chirimoyas, aguacates… que oferta visitas con degustación de productos por entre 6 y 12 euros por persona (dependiendo de lo que se quiera probar).
Finca ecológica de frutas tropicales en Salobreña
Las mejores playas de Salobreña para refrescarse
Salobreña cuenta con 6 kilómetros de playas y 320 días de sol al año. Nada mal, ¿no? Si a eso le sumamos que la mayoría cuenta con chiringuitos, el disfrute está asegurado. Algunas de sus mejores playas son:
- La Charca en la Desembocadura del Guadalfeo.
- La Playa Punta del Río.
- La Playa de La Guardia.
- El Molino.
- Cala Caletón.
- Cala Cambrón.
- Cala del Pargo.
Las mejores playas de Salobreña
Dónde comer en Salobreña rico rico y sano sano
La gastronomía de Salobreña es muy rica y variada, y hace un uso muy inteligente de los recursos de proximidad, como las frutas tropicales y los pescados y mariscos. Algunos lugares donde comer bien son:
Bar Peseta
Aunque solo me tomé una caña (con tapa gratis) dicen que este bar es un clásico salobreñero, así que no podía falta en mi visita a la localidad. Cuando hace buen tiempo, la terraza de arriba es muy agradable.
Chiringuito Casa Emilio
A pie de playa, en la arena, se ubica este chiringuito que abre los 365 días del año. Lo considero otro acierto. La zarzuela de marisco y la ensalada tropical me sorprendieron especialmente, aunque todo está muy rico.
Ensalada tropical en Casa Emilio – Dónde comer en Salobreña
La Roka
Este local con una buena terraza desde la que ver atardecer es un lugar muy chic para cenar en Salobreña. Tiene un toquecito romántico y aunque la carta es moderna, los productos son los de toda la vida.
Pulpo en La Roka en Salobreña
Aráis
El menú degustación de este restaurante es una delicia. Todo lo de siempre: quisquillas de Motril, aguacates, cordero, espetos… con mucho mimo y un giro de tuerca que sorprende. También tiene un bar y son productores del ron de caña Mondero. Probadlo.
Gofre de espinacas y quisquillas de Motril en Aráis
La Bahía
Este chiringuito cuenta con dos zonas. Una más tradicional y otra más vanguardista se ha renovado para estar en la cresta de la ola. Platos originales y espetos en la playa que hacen que huela a verano todo el año. Allí probamos la tortilla de aguacates, una receta de lo más simple que nunca se me habría ocurrido.
Restaurante La Bahía – Comer en Salobreña
Miba
Además de ser un hotel y una terraza estilo chill out con piscina, el Miba es un restaurante con vistas al mar y al Castillo de Salobreña (bueno, a todo el pueblo, la verdad que las vistas son de alucine). La carta vuelve a ser modernita, pero una vez más, con productos de la tierra.
Comer en el restaurante Miba de Salobreña
Dónde dormir en Salobreña como los ángeles
Hotel Salobreña Suites
Yo me alojé en el gran hotel Salobreña Suites situado como he dicho un poco fuera del centro pero gracias a esto se distribuye en pleno acantilado. Desde las habitaciones casi que puedes saltar al mar.
Es muy grande y cuenta con restaurante, bar, piscina, spa, etc. es una buena opción si no te importa coger el coche. Es el precio a pagar por amanecer con esas vistas.
Hotel Miba, dormir en Salobreña de lujo
Ya he comentado que visité el flipante Hotel Miba (donde almorcé) y las habitaciones con bañeras de patas con vistas al mar son una preciosidad. Otra alternativa estupenda para una ocasión especial.
Dormir en Salobreña – Hotel Miba
Y hasta aquí mi resumen de cosas que ver en Salobreña, dónde comer, dormir y qué hacer. Espero que os haya sorprendido este pueblo de las flores tanto como a mí.
5 Comentarios
Un blog muy útil! Yo también estuve en Salobreña el pasado verano y la verdad es que me encantó. Sus playas y su gastronomía me enamoraron. En vez de en un hotel yo me alojé con mi familia en una casa de vacaciones en la costa de Salobreña.
Cada vez soy más fan de los apartamentos.
Hola aque se dedicáis yo soy cerquita de cadiz
Hola Claudia, yo veraneo en Salobreña. Tus recomendaciones son espectaculares. Las que podría hacer yo que llevo allí mucho tiempo. Enhorabuena
Muchísimas gracias María, la Costa Tropical mola un montó y mucha gente no lo sabe!