En Extremadura podemos visitar una de las grandes joyas arquitectónicas medievales de España, el Real Monasterio de Guadalupe, situado en la localidad homónima. Tal es su belleza y relevancia que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En su origen era jerónimo (veremos muchas referencias a San Jerónimo en su interior) y llegó a contar con hasta 150 monjes. Sin embargo tras su desamortización pasó a ser de orden franciscana, y así se mantiene.
Por fuera sus dimensiones acongojan, y casi parece más una fortaleza que un convento.
La historia del monasterio se remonta al siglo XIII cuando apareció en el lugar la imagen de una virgen que había sido escondida en el siglo VIII con la llegada de los musulmanes y que cayó en el olvido hasta pasados cinco siglos. Como su reencuentro pareció un milagro, se decidió rendirle culto allí mismo, y así se construyó el Monasterio de Guadalupe (tuvo mucho que ver Alfonso XI). De sus visitantes más célebres destacan Isabel la Católica y Cristóbal Colón.


Por cierto, aprovecha la ocasión para conocer Cáceres. Os dejo aquí mi guía con todo lo que ver en la ciudad en un día. Por si os apetece os dejo esta excursión desde la propia Cáceres donde puedes explorar Guadalupe y Trujillo en la misma jornada.
Visita guiada al Monasterio de Guadalupe: precio de la entrada, horarios y qué ver
La entrada a la Basílica de Guadalupe es gratis; sin embargo, si quieres adentrarte en sus dependencias (cosa que recomiendo encarecidamente) el precio del ticket para recorrer el monasterio es de 5 euros (reducido 4 euros) y solo puede descubrirse a través de una visita guiada (horario de 10:00 a 13:30 y de 15:30 a 18:00 horas). La duración de la visita guiada al Monasterio de Guadalupe es de unos 45 minutos – 1 hora.

Hay muchísimo que ver en su interior y merece la pena totalmente hacer el itinerario con un guía que nos explique sus curiosidades: caminar por su espectacular claustro y flipar con las obras de Zurbarán, Goya o El Greco que atesora en sus muros son algunas de sus sorpresas. Repasemos los imprescindibles del monasterio de Guadalupe:
El claustro del monasterio, mi rincón preferido de la visita
El preciosísimo claustro del monasterio data del siglo XIV y es de estilo mudéjar. Se lo conoce como «el de los Milagros». Su elemento principal es el gran templete situado en el centro del patio. A medida que paseamos entre sus arcos podemos detenernos en los cuadros que nos van contando distintos pasajes de milagros de la Virgen.
En el suelo de sus pasillos encontramos tumbas de los priores del complejo. La idea era que una vez muertos, sus compañeros pasasen por encima de ellos orando y cantando. Era un signo de humildad.
Del propio claustro van partiendo otras de las estancias visitables del Monasterio de Guadalupe, como la sacristía, los museos, o el camarín de la Virgen de Guadalupe.

Aprovecho para comentar mi única pega respecto a las visitas turísticas al monasterio: solo se pueden hacer fotografías en el claustro. Es algo que no entiendo y que no me parece bien, pero bueno, hay que respetar las normas así que por eso las imágenes del post son más bien escasitas (al menos no os haré spoiler).
La Sacristía, ojalá mi vestidor estuviese repleto de zurbaranes
Al techo de la Sacristía se le conoce como «la Capilla Sixtina de Extremadura». Los frescos, elaborados por discípulos de Zurbarán, narran a través de sus imágenes la vida de San Jerónimo, a quien va dedicada esta sala.
Los cuadros enormes de la sacristía son obra del maestro, de Zurbarán, que era extremeño, concretamente nato en Fuente de Cantos. Los dibujos están relacionados con el día a día de la vida de los monjes y se identifica claramente a su autor por sus característicos claroscuros.
En la propia capillita situada al fondo, tenemos otras dos grandes obras de Zurbarán sobre San Jerónimo, Tentaciones y Flagelaciones, y en el centro una de las cosas más importantes que ver en el Monasterio de Guadalupe: La Apoteosis de San Jerónimo, una de las pinturas estrella del genio. Debajo tenemos una escultura del santo en terracota.
Relicario y tesoro de la Virgen de Guadalupe, el tocador ideal
En la Capilla de San José (siglo XVI) encontramos reliquias de numerosos santos importadas en su mayoría de Roma, y no pocas joyas, mantos y coronas de piedras preciosas de la Virgen. Las más especiales las viste el 8-9 de septiembre, día de la patrona, y el 12 de octubre, día de la Hispanidad y uno de los mejores momentos del año para visitar Guadalupe.
Museo de Bellas Artes, ¡alucinante lo que hay ahí dentro!
Destacan sus tallas de madera policromada, un cristo en la cruz de marfil hecho de cabeza a pies con un mismo colmillo (mirad la curvatura del cuerpo), un tríptico flamenco, otro crucificado de marfil más pequeño que se atribuye a Miguel Ángel y sobre todo sus pinturas: Confesión en la Cárcel de Goya, ocho pequeños lienzos de Zurbarán, y tres obras de El Greco, Coronación de la Virgen, San Pedro y San Andrés.

Museo de los Libros, sorry, la vitela me da repelús
En la antigua Sala Capitular se recogen los libros de oraciones y cantos de los monjes. En total cuenta con 107 ejemplares. Las hojas están hechas con piel de cordero, y las canciones están escritas en latín antiguo y está acompañadas por coloridos grabados. Se leían en el enorme facistol que se encuentra en un lateral y pesan tanto (hasta 50 kilos) que llevan ruedas abajo.
El más preciado sin embargo es el más pequeño de todos, el libro de Oras del Prior que estaba hecho de vitela de cordero no nato, no entiendo muy bien la necesidad pero en fin.
Museo de los Ornamentos, para cuando se vestían de gala
En él podemos apreciar las vestimentas diferentes para cada ocasión, hay casullas alucinantes, que ellos mismos cosían con hilos de oro.
Según la festividad a celebrar, los colores litúrgicos en las vestimentas son unos u otros, de ahí la variedad. Repasemos: rojo para Mártires, azul para las Novenas de la Virgen, negro con calaveras para funerales y verde para el tiempo ordinario.
El Camarín de la Virgen, solo para privilegiados
El momento cumbre de la visita al Monasterio de Guadalupe es cuando podemos entrar en el Camarín donde se encuentra la Virgen. Podemos verla de cerca y apreciar los detalles de su manto, su tamaño, etc.
Por suerte o por desgracia esta última vez que he estado en Guadalupe la Virgen se encontraba abajo en la Basílica, así que esta etapa quedó suprimida. La Virgen, con su característica piel mestiza es una de las tallas más genuinas de todo el país.

Hospedería del Monasterio, ¡una vez dormí como un monje!
Una de las zonas del convento ha sido readaptada como alojamiento con encanto. El hecho de poder pasar la noche entre los muros, dormir en el monasterio de Guadalupe, me parece una pasada. Yo lo hice hace unos años y fue como sentirme de otra época por unas horas, sin duda el mejor lugar para alojarse por su relevancia histórica. Puedes reservar tu celda, digo habitación, aquí.
Otras cosas interesantes que hacer y que ver en Guadalupe
La mejor forma de conocer todas las curiosidades de Guadalupe, sus costumbres, anécdotas, la historia del monasterio y mucho más es haciendo un tour guiado por sus calles. Puedes reservar plaza aquí.

Por ejemplo, ¿sabíais que la fuente que preside la Plaza Mayor, justo delante del Monasterio de Guadalupe, se trata de una pila en la que Cristóbal Colón bautizó a varios indígenas que trajo a España tras el Descubrimiento de América?

Extremadura es un lugar ideal para hacer turismo astronómico. De hecho desde Guadalupe parten excursiones súper completas para ver las estrellas con experto, telescopios y demás, ¿qué me dices? Ojea los precios aquí. Un destino top para ello es Fregenal de la Sierra.

Hacer un poco de senderismo entre bosques de castaños siempre es un buen plan. Con esta excursión organizada puedes conocer el Geoparque Villuercas Ibores Jara.
Y por supuesto, aprovecha para comparar algunos de los productos más típicos: pimentón de la Vera, queso de los Ibores, orégano, muégado (dulce típico)…
Dónde comer en Guadalupe para chuparse los dedos (literalmente)
Para disfrutar de un almuerzo o cena increíble en Guadalupe recomiendo encarecidamente el restaurante Guadalupe. Tiene varios menús súper económicos (desde 9 euros) pero aconsejo pedir el de 22. El queso de Ibor, las migas, la pierna de cordero, el revuelto de cardillos… ñam ñam.

Alojamiento, dónde dormir en Guadalupe junto al monasterio

Aunque como he dicho, si quieres vivir una experiencia cien por cien auténtica mi consejo es que te alojes en el propio monasterio, en la hospedería, en mi última visita viajaba con Bora y como no admitían perros no pudimos repetir, y optamos por el hostal Posada del Rincón, con las tres B, del centro de la plaza principal. Muy buena alternativa.
Si quieres algo más especial, el Parador tiene muy buena pinta (y tiene piscina, cosa que se agradece con el calor).
Y estos son mis consejos para visitar el moansterio de Guadalupe en Extremadura, es un lugar al que ir al menos una vez en la vida (aunque como yo, vas a querer volver).
2 Comentarios
Hola Claudia, gracias por este interesante Post.
Soy de Sevilla y en un par de Semanas tenemos previsto hacer una visita a Guadalupe, si no tiene inconveniente, quisiera me informara sobre la adaptación del monasterio para personas con movilidad reducida, ya que mi mujer se encuentra en silla de ruedas.
Feliz año 2023
Hola! En 2020 hicieron obras para hacerlo totalmente accesible con un sistema de rampas así que si no me equivoco no debería haber problema ninguno.