Hoy me gustaría continuar narrando mi experiencia al visitar Fregenal de la Sierra, una peculiar localidad del sur de Badajoz. En el post anterior desgrané los atractivos gastronómicos de la zona, centrados sobre todo en productos derivados del cerdo ibérico, y en esta ocasión me gustaría profundizar en su riqueza patrimonial, cultural y artística. Porque hay muchas cosas que ver en Fregenal de la Sierra, y os las voy a contar una por una.

Imprescindibles, qué ver en Fregenal
El Castillo de Fregenal
En el punto más alto de la localidad se erige esta fortaleza del siglo XIII, cuya construcción fue encargada por la Orden del Temple. Consta de 7 torres y un recinto amurallado, y en su interior tiene la peculiaridad de albergar el mercado de abastos y la plaza de toros, lo que lo convierte en único en su especie.

De las 7 torres que engalanan la muralla hay 3 con especial relevancia. La más alta es la Torre del Homenaje, en cuya cumbre se encuentra el campanario de la fortaleza y el reloj más conocido y visible del pueblo. En segundo lugar está la Torre de Santa María, llamada así por estar pegada a la iglesia con el mismo nombre, que está adosada a la muralla. Y en tercer lugar se encuentra la Torre del Polvorín, donde se cree que se hallaba la cárcel de la fortaleza.

La Iglesia de Santa Ana
Puede que fuera una de las visitas más sorprendentes de mi escapada. Los exteriores de este templo, fechado en el siglo XVI, se revisten de austeridad, conservando el estilo de su entorno, pero al cruzar su enorme portón de madera se descubre ante los ojos la obra de arte más preciada de Fregenal: el retablo mayor. Esta maravilla data del siglo XVI, y está considerada una de las joyas del Renacimiento extremeño. Contiene algo inusual para un retablo, un cristo crucificado en la parte superior acompañado de los dos ladrones, ¡otra de las maravillas que tienes que ver en Fregenal!

Y hay otras dos curiosidades de la Iglesia de Santa Ana. La primera es que en la sacristía se encuentra enterrado Bravo Murillo, uno de los 3 ministros que han salido de Fregenal. En su testamento dejó un dinero para construir esa sacristía y ser enterrado en ella.
La segunda tiene que ver con otro retablo de la iglesia, el retablo de los pastores, del siglo XVII. En él hay una representación de la adoración de los pastores al niño Jesús, en la que la imagen de la Virgen María es más alta que la de San José, según dicen para darle más importancia. Y uno de los pastores lleva una gaita en honor a los trabajadores que llegaron a Fregenal y construyeron el retablo.
Los danzaores de la Virgen de la Salud
Otra de las cosas que hay que ver en Fregenal. En el convento de las Madres Agustinas fui testigo de una de las tradiciones rurales más hermosas que he presenciado: la danza de la Virgen de la Salud. Es un baile que se conserva tal cual, en música y danza, desde 1757, que forma parte de los cultos a esta virgen (celebrados en el mes de septiembre) y que ha sido declarado bien de interés cultural.

El 7 de septiembre la plaza de Santa Catalina se llena de tambores y verbena. A las 05:00 sale la comitiva para recoger a cada danzaor en su casa, para a las 08:00 celebrar la misa del alba. Tras ésta, los danzaores hacen su primer baile frente a la Virgen de la Salud. Desde ahí hasta las 16:00 hacen un recorrido por el pueblo bailando, con una pequeña parada para desayunar. Van a la casa de cada hermano a recogerle y que se una a la comitiva, y como hay 700 hermanos aproximadamente, la danza se baila… ¡¡700 veces!!

A las 19:00 hay una procesión multitudinaria que recorre casi todo el pueblo hasta las 22:00. En ese momento os danzaores bailan de espalda, de cara a la Virgen, y tras ello bailan la despedida, destrozados por la dureza del día pero muy emocionados.
La Fontanilla
De los rincones y plazas que se esconden por Fregenal quizás la plaza de la Fontanilla sea el que más emblemático me resultó. Esta carismática plaza, lugar frecuente de encuentro para los frexnenses, está presidida por la fuente de la Fontanilla, construida en el siglo XVI. Está coronada por una hornacina con una réplica de la Virgen de la Guía (la original se encuentra en la Oficina de Turismo), a la que, según cuenta la tradición, acudían los campesinos a llenar de agua sus tinajas y rezarle por la buenaventura de la cosecha.
Bajo la hornacina luce el escudo real de Los Austria, pues la construcción de la fuente se encargó por el gobierno durante su reinado. Y algo más abajo tres caños vierten agua a un pequeño vaso cuadrado que a su vez abastece a un vaso rectangular mayor, todo en sillería.
Alrededor de la fuente de la Fontanilla se han consagrado algunas tradiciones que, si bien han desaparecido durante algunas décadas, parece que se van recuperando. Una de ellas consiste en que, durante la noche de San Juan, se celebra una verbena en la plaza, y cuando el reloj marca las doce, los jóvenes meten la cabeza en la fuente una vez por cada campanada.

Para terminar, voy a contar otra leyenda en torno a San Juan en la Fontaniilla. La tarde previa a esa noche, las jóvenes que querían encontrar un novio iban al campo y recogían alcachofas para llevárselas a su casa. En un trozo de papel escribían el nombre del chico que les gustaba, lo metían en la alcachofa y la ponían bajo la cama. Si al día siguiente la alcachofa había florecido, su deseo se cumplía.
El Santuario de la Virgen de Los Remedios
A 6 kilómetros de Fregenal de la Sierra se encuentra el Santuario de la Virgen de los Remedios, un templo barroco construido entre los siglos XV y XVI y que hospeda a la patrona de la localidad. Se ubica en la zona más alta del Cerro del Rodeo, desde donde las vistas de los alrededores son espectaculares.
En su interior destacan tres zonas que no deben perderse si visitan el templo. El camarín de la Virgen ocupa la nave central, y es una clara muestra del barroco. Se compone de una cúpula estrellada bajo la que descansa el trono y la peana con la Virgen, y de 11 imágenes que la rodean y representan diversos momentos de la vida de la Virgen. También hay una vidriera con la Anunciación y 4 ángeles que sujetan una corona.

La sala de los Hijos Ilustres es una habitación rodeada de cuadros de personajes nacidos en Fregenal de la Sierra, la mayoría de ellos ficticios. Destacan los retratos de Bravo Murillo y de Rodrigo Sánchez-Arjona, que inauguró el teléfono a larga distancia en nuestro país con una llamada que hizo desde su casa a su finca.
Y por último el salón de Mantos, donde se encuentran los mantos de la Virgen y algunas ropas del niño Jesús, así como algunos carteles y documentos históricos relacionados con las fiestas de la Virgen.
Como habéis podido comprobar, Fregenal de la Sierra tiene muchísimo potencial y está repleta de lugares con encanto, historias y tradiciones.
Dormir en Fregenal
Durante mi visita me alojé en el Hotel Cristina, cómodo y completo.

4 Comentarios
Gracias por tus bellas palabras sobre mi hermoso pueblo!
:) Me alegro que te hayan gustado Carmen! Gracias a ti por pasarte.
Gracias por viajar por Extremadura y describir que visitar. Mañana lo visitaremos. Tu descripción nos hace pensar que merece la pena.
Tiene muchísimo que ofrecer, una gran olvidada.