Ruta de Cruzinha a Ponta do Sol en la Isla de Santo Antão (Cabo Verde)

Si te gusta caminar por la montaña, la Isla de Santo Antão es tu destino ideal. Con trekkings tan increíbles como el que recorre el Valle de Paul, logra convencer de lo maravilloso que es pegarse la paliza en ese entorno incluso si no eres muy deportista. Aunque la ya citada es la más famosa, a mí la ruta de Cruzinha a Ponta do Sol por la costa, con el mar siempre acompañándote, me enamoró por completo.

Si estás pensando en organizar un viaje a Cabo Verde por libre te dejo mi post con mi guía, consejos, presupuesto, documentación, ruta, etc. para que te apañes unas vacaciones genial en este destino tan exótico.

Ruta costera por el norte de Santo Antão: Cruzinha – Ponta do Sol

La escarpada costa norte de la Isla de Santo Antão, espolvoreada con pueblitos, con la vista ante ti de un Océano Atlántico infinito, sabiendo que no hay tierra en tantísimos kilómetros, es simplemente mágica.

El trekking más bonito para disfrutarla es el que recorre el camino entre las localidades de Cruzinha y Ponta do Sol. Yo hice el itinerario de Ponta do Sol a Cruzinha, pero realmente es mucho más fácil encontrar aluguer al terminar en Ponta do Sol, así que, aunque te voy a contar cómo se sucede la ruta en mi sentido, si puedes, te aconsejo hacerla justo al revés, es decir, empezando en Cruzinha y terminando en Ponta do Sol.

– Distancia: la ruta tiene un total de 15 kilómetros de pueblo a pueblo (el sendero en sí algo menos).

– Tiempo: nosotros empleamos 4 horas y media sin paradas y a un ritmo normal.

Inicio del camino en Ponta do Sol

Desde Porto Novo cogimos un aluguer en el puerto que nos llevó a primera hora de la mañana a Ponta do Sol por 500 escudos (unos 4,5 euros por persona). Como decía, quizás lo más inteligente hubiese sido intentar desde aquí trasladarnos en otro a Cruzinha y retornar andando, pero ingenuos de nosotros pensamos que sería fácil encontrar transporte colectivo en Cruzinha al terminar la ruta y no quisimos perder más tiempo.

Echamos a andar dejando atrás esta animada población y enseguida encontramos el inicio del camino porque el aluguer nos dejó súper cerca. Hay un letrero bien señalizado que resume el itinerario y te sirve de referencia. Desde este punto ya empiezas a caminar entre acantilados y poco a poco vas viendo como la silueta de Ponta do Sol desaparece un poquito más tras cada curva.

El sendero no es muy exigente, pero sí que tiene subidas y bajadas constantes, por lo que puede ser un pelín cansado. Lo bueno es que se compensan bastante, así que los músculos de las piernas descansan alternativamente.

Fontainhas, la aldea más recóndita de Santo Antão

Una de las estampas más hermosas de la ruta de Ponta do Sol a Cruzinha es la que encuentras al toparte de frente con la coqueta aldea de Fontainhas (así que si la haces en el otro sentido no olvides girar la cabeza una vez la hayas sobrepasado para contemplar las vistas). Del inicio del sendero en Ponto do Sol la separan 3,2 kilómetros que además vienen más que bien marcados con pintadas cada 100 metros en la piedra, así que llegas enseguida y desde luego es un aliciente muy motivador.

Aunque apenas sea grupillo de casas de colores encajadas en el cañón que forma la montaña, en un segundo plano respecto del mar, dicen que Fontainhas es el pueblo más bonito de Cabo Verde. Y razón no les falta, insignificante y a la vez grandiosa.

Aquí hay algún barecito abierto y nosotros aprovechamos para comprarle agua a una señora que básicamente nos abrió la puerta de la tienda con llave para servirnos. Total, para la poca gente que hay qué necesidad de estar al frente del chiringuito todo el día.

Pueblitos entre acantilados

Después de Fontainhas, el maravilloso sendero discurre acantilado arriba, acantilado abajo. No es duro, y aunque hace sol, la brisa del mar hace que sea súper agradable. El suelo es de roca perfectamente acoplada, con un pequeño muro que te protege de la caída libre.

En el camino vas atravesando otros minúsculos poblados como Corvo (a 2,2 kilómetros de Fontainhas), Formiguinhas (a 1,3 kilómetros de Corvo) o Aranhas, ya llegando cerca de Cruzinha. A pesar de lo recóndito de su ubicación, hay ganado y cultivos por todas partes.

Entre Corvo y Fontainhas hay señalizado un viacrucis de 14 estaciones que en dirección Corvo es de bajada y en dirección Fontainhas de subida. Un montón de curvas bellísimas en cualquier caso.

Los caminos zigzagueantes sobre el mar dejan estampas surrealistas y emblemáticas, que convierten la ruta de Ponta do Sol a Cruzinha en una aventura alucinante.

El último tramo, de Aranhas a Cruzinha, donde dejas a un lado un gran resort de playa, se separa un poco del mar atajando por el interior, el entorno se vuelve desértico y el calor llega a ser sofocante (otra ventaja de hacerla en el sentido contrario).

Llegada a Cruzinha

Cuando cruzamos la línea de meta nos premiamos a nosotros mismos con una rica cerveza Strela Kriola bien fresquita. Los últimos 3 kilómetros bajo el sol nos habían dejado secos.

Cruzinha es un pueblo pequeñín de pescadores con casas decoradas con graffitis muy chulos y coloridos. Apenas tiene un bar y poco más, pero tiene encanto. Nosotros quisimos coger desde aquí un aluguer a Porto Novo, pero no daban servicio así que al final tuvimos que pagar un transporte privado. Mereció la pena igualmente.

Consejos en la sendero entre Ponta do Sol y Cruzinha

– El primer tip está claro, empieza mejor en sentido contrario. En Cruzinha la pasamos canutas para encontrar transfer colectivo de vuelta, así que al final tuvimos que tirar de taxi a Ribeira Grande, allí intentar sin éxito encontrar un aluguer o alguien que se subiese a nuestro coche, y continuar finalmente en el mismo taxi hasta Porto Novo donde estaba nuestro alojamiento. Nos dejamos la friolera de 7.000 escudos, casi 65 pavos, pero no había alternativa. Hicimos el parguela.

– A nosotros nos llevó 4 horas y media de caminata como decía arriba, sin paradas más que para hacer fotos, pero con un ritmo tranquilo y disfrutando del recorrido. En total se recorren casi 15 kilómetros entre subidas y bajadas. Si te ves con fuerza, hay quien continúa el sendero hasta la localidad de interior Chã de Igreja (unos 2,5 kilómetros más).

– Lleva mucha agua, protector solar y una gorra, el sol pega duro y aunque con la brisa no pasas tanto calor, te quemas y te deshidratas, y hay pocos comercios donde reponer líquidos.

Y por último, para frecuentemente a deleitarte con el paisaje porque es espectacular. Totalmente in love con esta ruta de Cruzinha a Ponta do Sol por la costa norte de Sãnto Antao.