A orillas del río Elba se encuentra Dresden (terminada en «n» en alemán), una ciudad que refleja claramente el carácter resiliente del país germano. Esta urbe que quedó en escombros tras la II Guerra Mundial ha resurgido por completo hasta recuperar el encanto de su pasado más glorioso, cuando en el siglo XVIII era conocida como la Florencia del Elba. ¿Quieres descubrir qué ver en Dresde? Te cuento mi experiencia.

En Dresden nos alojamos en este apartahotel súper céntrico. El apartamento estaba genial, muy moderno, espacioso y con todo tipo de detalles. Lo recomiendo totalmente.

Claramente te voy a indicar cuáles son los monumentos principales de Dresde para que la visites por tu cuenta, pero aún así siempre me gusta empezar a conocer una ciudad a través de un free tour para aprender curiosidades. Es gratis y en español, y puedes reservar tu plaza aquí.
Lugares imprescindibles que visitar en Dresde
Fui a Dresde el pasado diciembre atraída por su mercado de Navidad, el más antiguo de Alemania y del que te hablo más abajo. Pero encontré inesperadamente una villa muy elegante, con edificaciones suntuosas y avenidas maravillosas. La capital de Sajonia es una gran parada al este del país, a medio camino entre Berlín y Praga, que vaya si vale la pena.
Estos son los sitios que sí o sí tienes que ver en Dresde:
Zwinger de Dresden
Empiezo por este complejo palaciego porque estaba situado justo enfrente de nuestro alojamiento (lo veíamos desde la ventana, vaya).
El Zwinger es un palacio, aunque realmente como avanzaba es más bien un conjunto de edificaciones en torno a un gran jardín central, que data de principios del siglo XVIII y que fue mandado erigir por Augusto El Fuerte para acoger fiestas y eventos de la realeza sajona de la época.
Es uno de los complejos barrocos más importantes de Alemania y en la actualidad alberga entre otros dos museos (una pinacoteca, la Galería Alte Meister, con obras de Rafael, Rembrandt, Rubens… y el Museo de Porcelana de Meissen). En mi caso lo visité en pleno invierno y las zonas ajardinadas estaban justo en plena faena de preparación, así que no lo pude disfrutar en todo su esplendor, pero debe ser bastante colorido.

Destaca su puerta Kronentor con una cúpula en forma de corona, la Fuente Nymphenbad decorada con ninfas y tritones y el Wallpavillon con una escultura de Hércules que representa al emperador Augusto.
Por último, cuenta con una terraza panorámica gratuita a la que se accede desde un lateral exterior, justo frente al Palacio Real.

Palacio Real, el Residenzchloss
Esta antigua residencia de los Reyes Sajones tuvo que ser reconstruida como la mayoría de edificios de la ciudad. Para mí es una de las visitas de interior fundamentales que hacer en Dresden. Hay varios tipos de entradas que incluyen unas u otras estancias de esta villa. La más impresionante es la Bóveda Verde (Grünes Gewölbe), así que nosotros optamos por una de 14 euros que la visitaba. Una cosa que me molestó bastante es que no se pueden hacer fotos del interior, son cosas que no comprendo.
El recorrido por las diferentes habitaciones se hace con un audioguía que te va contando acerca de los tesoros que aguardan las distintas salas barrocas.
Un elemento de la fachada que llamó mi atención fue un puente que lo conecta a otro edificio situado enfrente y que recuerda al de Los Suspiros de Venecia o de Oxford.

El Desfile de los Príncipes
El Fürstenzug es un mural de más de 100 metros de largo situado en Augustusstrasse y formado por 24.000 piezas de porcelana Meissen. Uno de los imprescindibles que ver en Dresde.
Este espectacular azulejo representa a los miembros de la Casa Wettin, dinastía de monarcas, duques, condes… sajones durante más de 800 años. Milagrosamente sobrevivió al bombardeo de la ciudad.

Catedral de Dresden
La Hofkirche es una de las iglesias principales de Dresde (Catedral desde 1980). Es católica y también obra de Augusto El Fuerte de mediados del siglo XVIII tras su conversión para conseguir la Corona Polaca.
Fue diseñada en piedra arenisca por un artista italiano en estilo eminentemente barroco y su exterior es bastante recargado (lo que contrasta con su austero interior), aunque tuvo que ser restaurada tras la II Guerra Mundial.
Llama la atención su torre de 83 metros y el imponente órgano. Cuando la visité estaba ensayando el coro para la Misa del Gallo y disfrutamos de un momento mágico.

Ópera Semper
Frente a la gran explanada de Theaterplatz (donde encontramos una escultura ecuestre de Juan I de Sajonia) destaca la majestuosa construcción neorrenacentista de la Ópera de Dresden, que comenzó a diseñarse en el siglo XIX pero que no se vio culminada hasta su restauración en 1985.
Wagner o Strauss estrenaron algunas de sus obras más conocidas aquí. Para conocer su interior puedes contratar una visita guiada, o mejor aún, reservar para ver uno de sus espectáculos.


Si como yo vas en coche a Dresden (nosotros alquilamos uno con Auto Europe como siempre), te aconsejo aparcar en el parking público que hay junto a la Ópera, porque es con diferencia uno de los más baratos de la zona. Juzga tú mismo.
Frauenkirche
Esta iglesia luterana de estilo barroco es el templo más importante que ver en Dresde. Se ubica junto a la animada Neumarkt, llena de comercios y bares y data de mediados del siglo XVIII.
En 1945 quedó reducida a cenizas y ha tenido que ser reconstruida a imagen y semejanza de la original. En sus catacumbas se pueden apreciar restos de la anterior.

La visita al interior de la iglesia es gratis, pero merece la pena pagar la entrada para subir a la cúpula porque se tienen buenísimas vistas de la ciudad, el río Elba y sus puentes. En teoría yo había leído que se podía tomar un ascensor, pero cuando yo he ido solo había posibilidad de subir a patas por las escaleras.


¿Sabías que Dresde estaba en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y la sacaron en 2009 justo tras la construcción de un puente que desentonaba con el paisaje? Se trata del Waldschlossche y se puede ver desde arriba de la Frauenkirche.

Por cierto, justo a sus pies se emplaza un restaurante de comida típica alemana que nos gustó bastante, por si tanto escalón os abre el apetito. Se trata del Augustiner an der Frauenkirche.
Terraza de Brühl
La terraza conocida como El Balcón de Europa (igual que el de Nerja) es en realidad un agradable paseo ajardinado por el margen del río que aprovecha lo que un día fuesen las murallas de Dresden.
Mientras caminas puedes pasar por edificios tan emblemáticos como el Parlamento, la Academia de Arte o la Biblioteca Sekundogenitur.

Pasaje Kuntshof
En la zona nueva, bastante alternativa y con muchos graffitis, encontramos rincones muy particulares que ver en Dresde. Como por ejemplo el Pasaje Kuntshof, situado entre las calles Görlitzerstrasse y Alaunstrasse.
Este conjunto de cinco patios con viviendas, comercios, cafés y galerías de arte es bastante curioso, porque tiene todas sus fachadas decoradas con arte urbano. Cada uno de ellos están dedicado a una temática: los elementos, la luz, los animales, las criaturas mitológicas y la metamorfosis. Obviamente es gratis.

Lechería Pfunds Molkerei
Este comercio de productos lácteos es la lechería más bonita del mundo. Se ubica un pelín fuera del centro histórico pero recomiendo acercarse porque es una monada. Está decorado con porcelana y lámparas muy lujosas. Dicen que sirvió de inspiración para crear el Café Mendl’s de la película Gran Hotel Budapest.
Nosotros fuimos y compramos un buen surtido de quesos locales para preparar una tabla para cenar en nuestro apartamento y una botella de leche fresca para el desayuno. Deliciosos.

Mercado navideño de Dresde
Si tienes la oportunidad de viajar a Dresde en diciembre, no te lo pienses. En ella se celebra el mercadillo de Navidad más antiguo de Alemania, el Striezel (el nombre procede de un dulce alemán).
Realmente toda la ciudad está volcada con el Adviento y hay mercados por todas partes, pero claro, el Streizel es más especial que ningún otro, ya que se viene celebrando desde 1434. Para una enamorada de la Navidad como yo fue súper bonito recorrerlo, y además me pareció muy auténtico, porque aún casi no hay extranjeros porque no se ha puesto de moda más allá de sus fronteras.

Otros lugares interesantes que visitar en Dresde
– Stallhof: antiguas Caballerizas Reales con 22 arcos. Están en la parte trasera del mural del Desfile de los Príncipes.
– Puerta Georgentor: originalmente este arco bajo un edificio renacentista unía el centro histórico con el río Elba.
– Albertinum: esta construcción neobarroca alberga dos museos, el de Nuevos Maestros (guiño al Alter Meister) y el de Esculturas.
– Vistas desde Canaletto-Blick: cruzando a la zona nueva por el Augustinerbrücke.
– Milchpavillon y su carrillón y el Palacio Japonés. Algo diferente que ver en Dresde.
– Goldener Reiter: escultura a caballo de Augusto, dorada, de 1736.
– Parque Grosser y su palacio barroco del siglo XVII.
– Antigua Fábrica de Tabaco Yenidze: de principios del siglo XX. Su arquitecto fue el cuñado de Hitler y es el primer edificio del mundo con estructura de hormigón. La empresa propietaria era turca y de ahí que tenga esa estética bizantina. En la actualidad tiene oficinas y un restaurante en su cúpula.

Excursiones para hacer desde Dresde
Más allá de Praga o Berlín, hay dos ciudades que he descubierto en mi último viaje a Alemania muy cerca de Dresden que me han encantado, y que son una escapada perfecta desde la misma. Una de ellas es Érfurt (la vista desde la Plaza del Mercado es alucinante) y Leipzig (villa muy vinculada a la reunificación alemana).

Espero haberte trasladado un poquito a Dresde y que la incluyas en tu próxima escapada. Y si es en Navidad, mejor.
4 Comentarios
Hola Claudia, voy a pasar unos días en Dresden esta navidad, y me gustaría saber si es necesario comprar algún abono diario de transporte, o por el contrario, se puede hacer todo el centro histórico a pie.
Muchas gracias de antemano .
Hola Lidia! Si te alojas céntrico puedes ir a todos lados andando :D.
Muchas gracias . Me encanta tu blog de viajes , siempre ofreces información muy útil para poder planificar viajes a destinos que muchas veces no son tan conocidos.
Muchísimas gracias.